Familiares de Fermín Rondón, recluso que se encontraba detenido en los calabozos del centro de detención de la Zona 7 de la Policía Nacional Bolivariana en Boleíta, municipio Sucre del estado Miranda, denunciaron que la muerte del hombre fue producto de las pésimas condiciones en que se encuentran los detenidos en el centro.
Luis Rodríguez, hermano del hombre, indicó que Fermín falleció el pasado sábado por complicaciones derivadas de su deteriorado estado de salud, provocado por el hecho de que no ingería casi alimentos, debido a que su familia es de escasos recursos «y no tenemos para pagar las vacunas que cobran tanto los policías como los presos para permtiirle a una persona comer todo los días».
«Eso es una mafia, los policías cobran para permitir pasar comida, y los pranes de cada una de las celdas le cobran a otros presos para permitirles comer, si no pagan esas dos alcabalas una persona con come y si a eso se le suman las malas condiciones sanitarias, entonces el preso terminará enfermándose y muriendo», dijo.
Recordó que el martes de la semana pasada su hermano fue a los tribunales y debido a las condiciones en que se encontraban la juez de su causa ordenó que fuese trasladado hasta un centro asistencial, sin embargo, no lo llevaron a ningún hospital, sino hasta que era demasiado tarde, el viernes, y ya no podía más, murió el sábado».
Agregó que desde esa fecha está esperando por la entrega del cadáver de su hermano, «son cinco días en los que hemos estado del tambo al timbo, apenas este miércoles es cuando le estaban haciendo la autopsia, nos van a entregar el cuerpo en estado de descomposición, eso no es justo».
Finalmente indicó que acudirá ante los organismos encargados de velar por el respeto de los derechos humanos para denunciar el caso de la muerte de su hermano.
DC|EU