Caio Júnior era un hombre feliz tras haberle ganado la semifinal de la Copa Sudamericana a los argentinos de San Lorenzo de Almagro. “Si muriese hoy, moriría feliz”, dijo la noche del miércoles 23 de noviembre el director técnico del Chapecoense.
Apenas una semana después, la frase adquiere una relevancia especial. En un guiño fatal del destino, perdió la vida en el vuelo de LAMIA en el que se trasladaba su equipo para disputar la final de esa copa ante Atlético Nacional de Medellín.
El fallecido DT de 51 años de edad nunca había conseguido ganar título alguno en su país, aunque dirigió a equipos de renombre como Palmeiras, Botafogo, Flamengo y el Gremio. Sin embargo, obtuvo campeonatos en el fútbol del medio oriente en Catar y Emiratos Árabes.
Otro de los miembros del plantel deportivo, Cléber Santana, habría escrito unas líneas de despedida en sus redes sociales antes de despegar el vuelo siniestrado. El capitán fallecido del Chapecoense puso una imagen en su cuenta en Instagram acompañada del texto “En cuantas vidas yo viva, en todas te amaré”.
DC | Agencias