Con más de 20 años recorriendo Venezuela, la «viajera» Valentina Quintero acaba de actualizar su guía turística del país, al que, a su juicio, «le sobran méritos para que la gente lo quiera visitar», aunque en estos momentos «el mundo» sólo hable de él por la crisis económica y política.
Una de nuestras mayores bondades es la diversidad, cómo cambia el paisaje. Cuando vas desde San Juan de Los Morros (Guárico, centro) hasta Puerto Ayacucho (Amazonas, sureste), esa es de las carreteras más bellas que puedas cruzar», aseguró Quintero en una entrevista con Efe con motivo de la publicación de su nueva guía (Editorial Arte, 2016), veinte años después de la primera edición.
Quintero relata que en esa carretera, «en pocos kilómetros», se puede ir «de un mundo a otro», porque encuentras sabana, médanos y de pronto consigues «unas piedras negras y después entras en aquella selva absolutamente tupida donde se levantan los tepuyes», una de las formaciones rocosas más antiguas del mundo.
La viajera recorre cada rincón de Venezuela desde 1994, cuando realizó un programa televisivo denominado «Bitácora» en el canal privado RCTV, y desde entonces publica libros y mantiene un blog sobre el país caribeño en internet, además de escribir columnas sobre turismo en el diario El Nacional.
Además, ofrece conferencias, tiene un programa de radio y utiliza sus redes sociales para promover el turismo en su país.
La viajera dice ser consciente de que el país atraviesa una etapa difícil, pero a pesar de eso sigue apostando por las bondades de su tierra e impulsa, junto a otro grupo de personas interesadas en el turismo, un proyecto «que lo que quiere es hacer de Venezuela un destino turístico sostenible».
Desde Ahete «queremos ejercer presión para que por fin se tome la decisión, porque esa tiene que ser una decisión política, de que Venezuela tiene y debe vivir del turismo y la oportunidad es ahorita por lo que está pasando con los precios del petróleo y porque la alternativa no puede ser el arco minero», subraya.
En el estado Bolívar, al sur del país, «lo que está pasando con la minería es vergonzoso», asegura Quintero, quien además señala que solo hace falta sobrevolar el parque nacional Canaima, el lugar que alberga el Santo Ángel- la caída de agua más alta del mundo- para ver los rastros de la minería.
La explotación minera, una de las alternativas que Maduro intenta potenciar para levantar la economía, «lo único que va a traer es destrucción y miseria; destrucción del medio ambiente y miseria humana», sostiene la exploradora venezolana.
Quintero dice que al Gobierno se le debe reconocer «haber impuesto los prestamos al turismo» a una tasa muy baja, pues «eso ha hecho que se construya bastante».
Sin embargo, para la exploradora venezolana, esto no es suficiente pues «si este Gobierno seriamente pensara en que el turismo puede ser realmente una alternativa» para levantar la economía de Venezuela, «tomaría algunas medidas en esa dirección y las medidas que ha ido tomando son totalmente lo contrario».
Sostiene que el Gobierno no permite que Venezuela sea un destino turístico al mantener un control cambiario; al no pagarle a las aerolíneas; al tener aeropuertos cerrados; al no tener planes efectivos para manejar la inseguridad y el desabastecimiento.
Para Quintero, la destrucción a nivel turístico «es muy notoria», porque «con tantos años viajando por el país», ha podido ver «la cantidad de gente que tenía posadas en playa Copey (estado Sucre, oriente del país) por ejemplo, y ahora de esas diez posadas que había probablemente quedan tres».
«Tenemos que prepararnos un poco más, sobre todo en seguridad, nosotros tenemos una infraestructura que es importante, tenemos también a muchísima gente divinamente bien preparada», que podría ayudar a hacer de Venezuela una potencia turística, pero para lograrlo, asegura, se debe cambiar el Gobierno.
El hecho de que Venezuela sea un país del Caribe, que cuente con el parque del Amazonas «que es el pulmón del mundo», que tenga una gastronomía variada de sabores, que cuente con «el mejor cacao del mundo», son características que hacen de su país un lugar atractivo.
Hay que saber aprovechar los espacios de la naturaleza venezolana, porque hay «un sistema de posadas que es cálido, que es amable, que es pequeñito, que se parece a esa naturaleza (…) y tenemos unos sabores, una gastronomía que es cada día más suculenta», afirma.
DC|EDC