Alcaldes de varias ciudades de Estados Unidos afirmaron desde México que no cambiarán sus políticas migratorias, a pesar de la amenaza del presidente electo, Donald Trump, de deportar al menos tres millones de indocumentados con antecedentes penales.
En el marco de la Cumbre del Grupo de Liderazgo Climático C40, la alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, lideró una rueda de prensa donde seis alcaldes estadounidenses reafirmaron su compromiso con la lucha del cambio climático y la protección de los residentes de sus urbes, especialmente de los migrantes.
Después de las elecciones estadounidenses, 42 ediles entregaron una carta al mandatario electo en la que le reclaman que mantenga a EE.UU. en el Acuerdo de París y que dé soporte a las iniciativas locales contra el cambio climático con inversión federal.
El alcalde de Phoenix (Arizona), Greg Stanton, dijo que la nueva Administración intentará usar restricciones para poner en marcha las prioridades federales, pero destacó que los alcaldes “fueron elegidos para implementar las medidas prioritarias para las comunidades”.
“Aunque muchos querrán deportar a los inmigrantes, no lo vamos a hacer”, dijo el edil de la capital de Arizona, un estado donde el republicano ganó en los comicios del 8 de noviembre y donde hay un auge de la extrema derecha y del racismo.
El vicealcalde de Nueva York, Anthony Shorris, expuso que en esas urbes prevalecerán los ejes de “la inmigración, la integración y el poder de la imaginación que emana de esas fuerzas”.
“Dañar la gran historia de EE.UU. (con las deportaciones) sería algo muy perjudicial”, aseveró.
El alcalde de Seattle (Washington), Ed Murray, dijo que seguirán trabajando con la comunidad internacional. “Mientras unos hablan de construir muros, otros creemos que podemos tender puentes para romper ese muro”, subrayó.
“No somos ingenuos respecto al entorno político al que nos enfrentaremos en el futuro, pero (los alcaldes) podemos seguir ejerciendo liderazgo”, agregó.
DC | EFE