Uno de los pilares que sostenían la economía cubana era el envío de petróleo por parte de Venezuela, que incluso llegó a los 100.000 barriles de crudos diarios. Sin embargo, la cifra cayó a más de la mitad desde el 2013, producto de la caída de la producción venezolana.
Por este motivo, en noviembre pasado La Habana tuvo que comprar petróleo en el mercado abierto por primera vez en 12 años. Petro-Logistics SA, empresa de consultoría que se encarga de realizar un seguimiento de los buques cisterna, aseguró que este año las exportaciones de crudo de Venezuela hacia Cuba cayeron a cerca de 55.000 barriles diarios.
“El gobierno cubano entiende que Venezuela ya no le puede dar todas las cosas que solía darle“, manifestó Ali Rodríguez, embajador venezolano en La Habana, quien agregó que Fidel Castro, recientemente fallecido, “era consciente de los problemas actuales“. La caída en la producción ha obligado a Caracas a comprar petróleo en el extranjero para cumplir sus obligaciones con la isla para los meses de diciembre y enero.
El debilitamiento de esta alianza no solo se debe a la crisis petrolera, las conexiones aéreas también se están disolviendo. A principios de año, la principal aerolínea cubana, Cubana de Aviación, dejó de operar sobre los vuelos regulares a Caracas. La reventa de petróleo subsidiado de Venezuela le significó a Cuba miles de millones de dólares, permitiéndole recuperarse luego de la desaparición de la Unión Soviética, su benefactor durante la Guerra Fría.
Los residentes cubanos están agradecidos con el aporte del chavismo. Pero reconocen que el futuro está lejos de ellos: ahora depende del turismo y de las inversiones de Estados Unidos. “Estamos muy agradecidos con Chávez, pero ahora tenemos que arreglárnoslas“, declaró Antonio Alborniz, un excamionero de refinería que recientemente pasó a conducir un taxi turístico.
DC | Infobae