“Cuando me miro al espejo, vomito”, dijo en reveladora entrevista. A pesar de haber sido la figura masculina más envidiada de los 70s, Arnold Schwarzenegger hizo tremenda revelación al contar en una entrevista que nunca estuvo conforme con su apariencia física.
No bastó su arduo trabajo como fisicoculturista o que fuera el hombre más cotizado de Hollywood, a él simplemente no le gusta lo que a diario veía en el espejo y hasta la fecha sigue teniendo este pensamiento.
Después de su fuertes declaraciones, algunos atribuyen su baja autoestima a la rígida educación de su padre, quien al saber el gusto de Arnold por el culturismo y poseer postres de hombres semidesnudos, lo tachó de homosexual.
Pese al trauma que ha permanecido durante toda su vida, el ex gobernador de California aseguró sentirse tan fuerte como en su juventud, incluso confesó que su rutina de ejercicios es la misma que la de hace 30 años.
DC|TVN