El pasado 11 de mayo será el día que los Lawson, una familia originaria de Virginia, Estados Unidos, jamás olvidarán, pues esa misma noche sucedió la peor tragedia para ellos luego de su pequeña Mirranda, de 2 años, muriera por comer palomitas de maíz.
Todo comenzó cuando Alisson, madre de la menor y de otros 3 pequeños, quiso festejar su cumpleaños con unos amigos, así que en plena fiesta algo tendría que salir mal, pues cuando fueron a buscar a su bebé ella se encontraba inmóvil y sin respirar.
De inmediato comenzaron a buscar si tenía algo atorado en su boca, pero los esfuerzos eran inútiles, pues no hallaron nada y el corazón de la pequeña se había detenido, lo que provocó el pánico de los padres, pero de repente volvió a latir y se trasladaron al hospital.
Cuando los médicos investigaron la causa del accidente, determinaron que ocurrió luego de que Mirranda se llevara a la nariz un grano de maíz, lo que ocasionó que su cerebro dejara de recibir oxígeno, por lo que fue diagnosticada con muerte cerebral.
Ante esta situación, los Lawson llevaron su caso a la corte para que su hija tuviera una esperanza de recuperarse luego de estar conectada 6 meses a un ventilador mecánico. Los doctores insistían en realizar un test que comprobara su muerte cerebral pero los padres se rehusaban a aceptarlo; la corte falló en contra de los padres y tuvieron que pagar 13 mil dólares (Aproximadamente 260 mil pesos).
DC|TVN