Son abundantes los estudios científicos que avalan las bondades del ejercicio físico en el cuidado de la salud, muchos de ellos relacional al ejercicio cardiovascular con la actividad cerebral.
Investigaciones realizadas en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, han demostrado que correr aumenta el volumen de materia gris, aumentando así la capacidad mental, debido al desarrollo de nuevas células cerebrales. Esto lleva a que las personas que acostumbran correr tengan una mejor memoria, pudiendo recordar episodios sin confundirse, puesto que las nuevas células cerebrales desarrolladas gracias al ejercicio, se ubican en la zona vinculada a la memoria, lo cual favorece el aprendizaje y ayuda a prevenir la merma en la capacidad cerebral en las edades avanzadas.
Más concretamente, un estudio realizado por un equipo de investigadores al mando de David Jacobs, en la Escuela Universitaria de Salud Pública de la Universidad de Minessota, ha revelado que el ejercicio cardiovascular puede mejorar la capacidad cerebral luego de los 45 años.
En una muestra de aproximadamente 2.700 hombres y mujeres, mayores de 25 años, detectando que quienes realizaban ejercicios cardiovasculares entre los 20 y los 40 años, podían mejorar su capacidad cerebral luego de los 45 años.
En el estudio se compararon rendimientos, descubriendo que los adolescentes y jóvenes que obtuvieron mayor rendimiento en pruebas de esfuerzo, habrían logrado mejores resultados en pruebas de resolución de problemas y memoria cuando alcanzaron la mediana edad.
La novedad del estudio no ha permitido descubrir concretamente qué tipo de ejercicios resultan beneficiosos para el cerebro.
De todas formas, un corazón saludable y un organismo en buenas condiciones permitirían una mejor circulación sanguínea y por consiguiente una mejor oxigenación cerebral.
Independiente de esto, se sabe que correr y andar en bicicleta resultan muy beneficiosos para la salud y el bienestar no solo en el presente, sino también en las etapas futuras.
DC|ME