Google y el gobierno de Cuba han alcanzado un acuerdo para que los habitantes de la isla accedan con más rapidez a los contenidos del gigante de internet, dijeron el viernes dos personas al tanto del convenio.
Eric Schmidt, presidente de la empresa matriz de Google, suscribirá formalmente el acuerdo el lunes por la mañana en La Habana, según las fuentes. Ambas personas solicitaron el anonimato porque las partes no han anunciado aun públicamente la concertación del pacto.
El convenio permitirá a los cubanos acceso a una red llamada Google Global Cache que almacena los contenidos de sitios que administra Google como Gmail, Google Drive y YouTube en servidores ubicados relativamente a corta distancia de sus usuarios finales en todo el mundo.
Cuba tiene una de las velocidades de internet más lentas del planeta debido a una gama de problemas, entre ellos rutas intrincadas y por ende pausadas que la información debe recorrer entre los usuarios en la isla y los servidores, que con frecuencia se encuentran en Estados Unidos.
Al parecer las autoridades cubanas han agilizado la aprobación de acuerdos alcanzados con compañías estadounidenses en un intento por aprovechar el impulso de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba antes de que el presidente electo Donald Trump ingrese en enero a la Casa Blanca.
El pacto con Google será anunciado menos de una semana después de que Cuba autorizara a tres compañías estadounidenses de cruceros a que comiencen sus travesías a la isla el año entrante. Funcionarios enterados de las negociaciones afirman que están en proceso otros convenios, entre ellos uno con General Electric.
Estados Unidos y Cuba han concertado numerosos acuerdos bilaterales en diversos asuntos, desde la protección ambiental hasta el correo directo desde que acordaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014, pero las relaciones de negocios no han avanzado al mismo ritmo. El gobierno cubano ha culpado de ello al antiguo embargo comercial de Washington contra la isla.
Numerosas empresas estadounidenses afirman que Cuba ha procedido con tanta lentitud en la mayoría de las propuestas que algunas dicen sospechar que el gobierno ha estado limitando deliberadamente el desarrollo de los vínculos económicos.
El acuerdo con Google que será anunciado el lunes podría ser aprovechado en Estados Unidos por quienes abogan por una profundización de los vínculos con Cuba. Tanto los sectores que apoyan la distensión entre ambos países y los que exigen una posición enérgica contra el gobierno unipartidista del presidente Raúl Castro coinciden en que los cubanos deben tener un mejor acceso a la información.
Si el acuerdo con Google mejora en verdad el internet para un número considerable de los isleños, entonces el acceso a la información se vincularía de tal manera a la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana que haría políticamente difícil revertirla a los funcionarios opuestos a Castro en el próximo gobierno de Trump.
Se desconoce por el momento si el servidor o servidores para Cuba serían instalados en la isla o sólo más cerca que los actuales. También se desconoce con cuánta rapidez más podrán los usuarios de la isla ver los contenidos de Google, porque las conexiones privadas a internet continúan prácticamente prohibidas a todos los cubanos, lo cual los obliga a ir a lugares con WiFi público que a menudo son compartidos por decenas de personas al mismo tiempo y funcionan a velocidades desesperadamente lentas.
«Hay muchos otros enlaces débiles en la cadena», dijo Larry Press, experto de California sobre el internet en Cuba.
Aunque no se sabe cuál será el impacto tecnológico del acuerdo, éste supone un acontecimiento importante para un país que ha rehuido a cualquier vínculo entre las compañías estadounidenses y una infraestructura de telecomunicaciones sobre la que pesa una gran vigilancia para hacer frente a amenazas reales o ficticias a la seguridad nacional, agregó.
«Es indicio también de que los cubanos están dispuestos a ir un poco más allá con Google», afirmó Press.
AP