Estados Unidos entregó este lunes a Israel sus primeros aviones F-35, cazas con capacidad furtiva, una joya de la tecnología que ayudará al Estado hebreo a preservar su ventaja aérea en Medio Oriente.
Ante la importancia del evento, se organizó un recibimiento digno del tratamiento dado a un jefe de Estado para los dos aviones. El primer ministro Benjamin Netanyahu, el presidente Reuven Rivlin, el ministro de Defensa Avigdor Lieberman, representantes del Estado Mayor y del mundo político, así como el secretario de Estado estadounidense Ashton Carter fueron invitados a la base de Nevatim en el sur del país.
Los cazas, que se supone son capaces de eludir defensas antiaéreas, «constituyen un elemento suplementario que nos permitirá mantener nuestra superioridad aérea en la región», proclamó el ministro de Defensa Avigdor Lieberman en un comunicado.
«Un ejército del aire poderoso significa un ejército israelí poderoso, y un ejército israelí poderoso significa un Israel y un pueblo israelí fuertes», añadió.
El Estado hebreo presenta estos F-35 como una respuesta a la «amenaza» que supone Irán. Estos aparatos tienen la reputación de ser capaces de pasar desapercibidos para los misiles S-300 vendidos a Irán por Rusia.
Israel continúa vigilando estrechamente las actividades del grupo terrorista Hezbolá, mientras que en Siria, otro enemigo en la región, el aliado ruso del dictador Bashar al Assad ha desplegado sofisticados sistemas antiaéreos S-300 y S-400.
El avión «ha sido concebido para enfrentarse a los sistemas más avanzados desplegados actualmente en Oriente Medio», describió Steve Over, del fabricante Lockheed Martin.
La entrega de los dos F-35 de este grupo estadounidense también tiene por objetivo mostrar el excelente estado de las relaciones entre Washington y Tel Aviv, pese a las divergencias entre el gobierno de Netanyahu y la administración Obama.
Israel será el primer país, fuera de Estados Unidos, en poseer un escuadrón completo de F-35, en total 50 aviones. Estos aparatos pueden transportar todo un arsenal de armamento y volar a velocidad supersónica (unos mil 900 kilómetros por hora).
El programa F-35, lanzado a principios de los 90, es el más caro de la historia militar. La compra va a ser financiada gracias a la ayuda militar estadounidense, que alcanzará los USD 38 mil millones para el período 2019-2028, frente a los USD 30 mil millones de la década precedente.
Este lunes, el presidente electo Donald Trump criticó el proyecto del F-35 por sus astronómicos costos «fuera de control», un argumento que provocó una inmediata caída de las acciones de Lockheed Martin en la bolsa de valores.
«Los costos del programa F-35 están fuera de control. Miles de millones de dólares pueden y serán ahorrados de compras militares después del 20 de enero», expresó Trump en la red Twitter, en referencia a la fecha de su investidura presidencial.
DC | Agencias