El 1º de enero de 2017 el precio de los combustibles en México subirá hasta 20,1% para las gasolinas y 16,5% para el diésel, una medida que conducirá a una liberación gradual que ha desatado fuertes críticas de distintos sectores.
De manera gradual se abrirá el mercado en cinco etapas o bloques de estados, que de acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía concluirá en la península de Yucatán el 30 de diciembre de 2017. Inicialmente, la liberalización de precios debía comenzar en 2018 pero el gobierno decidió adelantarla un año.
Esta liberalización se enmarca en la reforma de 2014 al sector energético que acabará con el monopolio de la estatal Petróles Mexicanos (Pemex), responsable de toda la cadena, desde la detección y extracción del crudo hasta la venta de gasolina.
«El incremento responde al aumento en los precios internacionales de los combustibles y no implica ninguna modificación o creación de impuestos», añadió Hacienda en un comunicado.
El precio de la gasolina de 92 octanos es de 13,98 pesos (0,67 dólar), mientras que el de las de mayor octanaje es 14,81 pesos ($0,71 dólares). Con el aumento pasarán a 16,52 pesos y 18.40 pesos respectivamente. El diésel subirá de 14.63 (0,70 dólar) a un máximo de 17,24 (0,83 dólar).
Los combustibles en México, país petrolero pero cuyas reservas están en franco declive, son en su mayoría importados debido a un déficit de refinerías.