Erwin Tumiri, miembro de la tripulación del vuelo Chapecoense, se desligó de la responsabilidad del siniestro. Aseguró que su responsabilidad era hacer un informe previo, en el que apuntó que debían hacer una parada antes de llegar a Medellín para cargar combustible.
“Hice un informe contando con una parada en Cobija. No me dijeron que iríamos directo para Medellín. Antes del despegue pregunté de nuevo, y más de una vez, y me dijeron que íbamos a ir“, argumentó. Así mismo reveló que pasó en los últimos minutos previos al accidente, dijo que no hubo ningún procedimiento especial de emergencia. El técnico contó que los pasajeros y tripulantes no tenían conciencia de que el avión estaba cayendo, “todos íbamos tranquilos, unos estaban jugando cartas, otros viendo películas, escuchando música, muy alegres“, ya que se estaban preparando para un aterrizaje normal.
El boliviano reveló que, pocos minutos antes, estaba hablando con el técnico del Chapecó, Caio Junior. Aseguró que el piloto pidió a la tripulación y a los pasajeros cumplir el protocolo de aterrizaje normal, “nadie se lo esperaba, por eso nadie gritó“, detalló. Finalizó diciendo que quiere conocer Chapecó, “siento como si hubiera sido salvado por ellos (los jugadores), como si ellos hubieran dado sus vidas por la mía. Por eso, ahora tengo el sueño de ir a la ciudad“, detalló.
No se sabe qué motivo al piloto a no parar y seguir de largo hasta Medellín, unos dicen que sobreestimó sus capacidades por su experiencia en la Fuerza Armada Boliviana. Otros dicen que temía a las sanciones que podían aplicarle por declarar el avión en emergencia. Lo cierto es que por no cumplir el protocolo ocasionó un accidente aéreo que se llevó la vida de 71 vidas, la mayoría, de los jugadores del grupo futbolístico Chapecoense.