Eric Schmitt-Matzen, quien trabaja como Santa Claus en la temporada navideña, tuvo la asignación más triste de su carrera cuando lo llamaron de un hospital cercano para visitar a un niño con una enfermedad terminal.
De acuerdo al diario Knoxville News Sentinel, una enfermera local llamó al artista para solicitar su presencia en el hospital porque había un niño muy enfermo de 5 años que quería ver a Santa Claus. Schmitt-Matzen le explicó que le tomaría sólo unos minutos ponerse el disfraz, pero ella le contestó que ya no había tiempo para eso.“Sus tirantes de Santa son lo suficientemente buenos”, le dijo. “Venga ahora mismo”.
Unos 15 minutos después el apresurado “Santa Claus” llegó al hospital en donde la madre del niño le entregó un regalo para que se lo diera a su hijo. “Comprendí la situación”, recordaría después el artista. “Así es que le dije a todos: ‘Si piensan que van a perder la compostura, por favor, salgan de la habitación. Si los veo llorando, voy a quebrarme y no podré hacer mi trabajo”.
Schmitt-Matzen le entregó el regalo al niño quien apenas lo pudo abrir. Después el niño le dijo que había escuchado que iba a morir. Y le preguntó: “Santa, ¿me puedes ayudar?”.
Su nuevo amigo lo abrazó con ternura, pero antes de que pudiera contestarle o decirle alguna palabra de consuelo, el pequeño dio su último suspiro. Entonces su acongojada madre entró a la unidad de cuidados intensivos gritando: “No, no, ¡no todavía!”.
El conmovido Eric le reveló al diario que salió lo más pronto que pudo del lugar y que, mientras conducía de regreso a casa, estaba llorando tan fuerte que tuvo dificultad para ver el camino.
DC|People