El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, criticó al gobierno nacional por el uso y abuso “de la palabra injerencionismo para evadir el cumplimiento de los compromisos que, en el más reciente de los casos, contrajo con el Vaticano en la mesa de diálogo”.
El también coordinador nacional de Acción Democrática aseguró que la palabra injerencionismo es utilizada por el Ejecutivo para calificar “toda opinión o actitud que se produzca en el ámbito internacional, incluso en los organismos de los que Venezuela forma parte, que no se acoplen a los deseos del régimen fallido en nuestro país”.
En un artículo publicado en el diario El Nuevo País, el parlamentario buscó una justificación para esta situación insinuando que podría deberse a la composición del cuerpo diplomático venezolano. “Creo que ni el país más atrasado del mundo ostenta el inigualable récord de este régimen de contar con un servicio exterior integrado algo así como en un 90% por personal no diplomático, comparsa heteroclítica de militares retirados, paseantes ávidos del turismo que nunca hicieron, familiares estorbosos, parentela indeseable, ignaros que van a hacer cursos de cualquier cosa, ociosos en busca de ocupación tardía y pare de contar”, sugirió.
Allup mencionó casos en los que el gobierno ha acusado a actores internacionales de injerencionismo, como el de la Organización de Estados Americanos, que solicitó la aplicación del la Carta Democrática Interamericana “por el gravísimo quebrantamiento del orden democrático en Venezuela”; el del Mercado Común del Sur, que excluyeron a Venezuela del organismo “por la morosidad del gobierno”, o el de la comunidad internacional, que pretende “enviar alimentos y medicinas para paliar la crisis humanitaria que padecemos”.
“La más reciente calificación de injerencionismo (…) la recibió nada menos que el cardenal Pietro Carolin, secretario de Estado del Vaticano, por la carta que remitió al gobierno de Maduro al que ‘demanda’ que cumpla con los compromisos que contrajo en la mesa de diálogo (…) reservándose en caso de incumplimiento dar publicidad al texto conminatorio”, aseveró el parlamentario.
El 14 de noviembre, Carlos Ocariz enumeró los acuerdos que a los que la oposición y el gobierno venezolano habían alcanzado en las conversaciones llevadas a cabo en la mesa de diálogo, los cuales fueron: La liberación de los presos políticos, el respeto a la autonomía de la Asamblea Nacional, la elección de nuevos miembros del Consejo Nacional Electoral, elecciones de parlamentarios en el estado Amazonas y permitir el ingreso al país de medicinas y alimentos.
La Mesa de la Unidad Democrática, mediante su secretario general Jesús “Chúo” Torrealba, informó el 7 de diciembre que la coalición de partidos opositores no volvería a sentarse en la mesa de diálogo con el Ejecutivo venezolano hasta tanto este no cumpla con los compromisos pactados.
DC|EN