El beisbol siempre otorga segundas oportunidades. Félix Pérez, abucheado por los aficionados luego de cometer un error que puso en ventaja a La Guaira, conectó un triple con las bases llenas en el octavo inning, que le dio el triunfo a Leones del Caracas, 4 por2, contra Tiburones, en el Estadio Universitario.
Con la victoria, el conjunto capitalino igualó a Bravos en el séptimo puesto y se colocó a solo medio juego de los escualos en el sexto lugar de la clasificación, que otorga el último pasaje para enero y los playoffs.
Los escualos cayeron por tercera vez consecutiva y por séptima ocasión en sus últimos 10 partidos, lo que compromete su participación en la siguiente ronda del torneo, luego de haber permanecido en los primeros lugares de la tabla durante la mayor parte de la ronda regular.
Con dos outs y las almohadillas repletas, Pérez pescó una recta del dominante zurdo Wander Pérez, en cuenta de 2-2, y sonó un triple hacia lo más profundo de la pradera izquierda, para devolverle a los capitalinos el mando del encuentro 4-2.
“La verdad que estaba bastante nervioso cuando llegué al home plate. Si los muchachos no se hubieran embasado, no hubiese servido de nada el batazo”, comentó Pérez sobre su turno.
En la entrada, Henry Rodríguez conectó hit, mientras que Wilfredo Tovar y Jesús Aguilar negociaron boletos.
“Se me salieron las lágrimas”, confesó Pérez. “Le grité al público lo más duro que podía ‘¡yo soy de aquí! ¡Yo soy de aquí!’. Tenía eso por dentro. Había querido ayudar al equipo y no había podido y finalmente hoy lo hice. Traté de concentrarme y Dios me dio la gran oportunidad de poder voltear el marcador y salirme de ese papel de villano”.
El patrullero y bateador zurdo liga para .333 (21-7), con dos extrabases y seis remolcadas, en los últimos seis desafíos de los melenudos.
“Eso es lo bonito del beisbol”, enfatizó el manager Yorvit Torrealba. “Todos sabemos que no es el mismo Félix de temporadas anteriores, pero él quiere ayudar y ha estado ahí batallando todos los días. Gracias a Dios las cosas salieron bien”.
Antes, el inicio del séptimo, el estratega del Caracas tuvo una revelación.
El mandamás acertó al imaginar que su rival, Oswaldo Guillén, plantearía una jugada de toque con Alberto González en el home y Yonathan Daza en la antesala, por triple y un out. Así que ordenó al receptor Anderson De La Rosa un pitcheo franco, que sirvió para poner out en plato a Daza, que había salido con el envío. González terminó ponchándose.
“Lo estaba comentando con Yunir (García, coach de banca) y cuando se hizo la jugada nos miramos a la cara y celebramos”, contó Torrealba, que con su estrategia evitó un posible squeeze play.
En el tercer capítulo, con dos fuera, La Guaira tomó el control del marcador 2-1. Alonzo Harris estaba en la intermedia, por sencillo y robo, desde donde anotaría con doble de Heiker Meneses, quien se metió hasta el plato por la marfilada en fildeo de Pérez en el jardín derecho.
Luego que Christian Marrero cerrada el capítulo con un elevado a la derecha, el cubano fue recibido por varios aficionados con algunas palabras altisonantes en la tribuna izquierda del parque, antes de llegar al dugout.
La pizarra se mantuvo 2-1 hasta el cierre del octavo.
“Todas las victorias son importantes pero esta es especial”, aseguró Torrealba. “Ayer lo dije, creo que no jugamos al 1000% (jueves). Hoy, después de un viaje largo (desde Barquisimeto), vi más energía y nunca decaímos. Irnos con esa victoria es muy importante. Podemos pasar una Navidad un poquito más tranquila y mentalizarnos para el 26 (de diciembre)”.
Caracas picó adelante en el segundo capítulo, gracias a elevado de sacrificio de Francisco Martínez hacia el jardín izquierdo, que remolcó la anotación del antillano Pérez.
Fue el sexto lauro en los últimos 10 partidos para Leones.
Ganó José Ascanio (4-1), el quinto relevista que usó Torrealba después del abridor Brian Grenning, perdió Wander Pérez (0-1) y salvó Jesús Pirela (1), quien sustituye al cerrador Juan Carlos Gutiérrez, ausente por estos días.
DC|LVBP