3 Mitos de la sexualidad masculina que debes conocer

Los hombres son criaturas simples que quieren sexo todo el tiempo. No les importa mucho lo que desea su pareja. Su sexualidad es agresiva y dominante. Estos son algunos de los estereotipos fomentados acerca de la sexualidad masculina. Como sociedad, colectivamente estamos de acuerdo en que la de las mujeres es complicada y la de los hombres, sencilla.Sin embargo, ese no es el caso, y desacreditar algunos mitos puede ayudarnos a navegar en terrenos peligrosos de las relaciones y el erotismo.

Para empezar ¿por qué siguen existiendo estos mitos? Porque la mayoría de los estudios relacionados con la sexualidad masculina se hacen con chicos universitarios, por lo que sabemos muy poco acerca de la psicología sexual de los hombres en sus 20, 30 o más. Se asume que ellos siempre tienen deseos, entonces ¿por qué los estudiamos? Esto es lo que necesitas entender.

MITO 1: Tiene ganas 24/7

Consideramos la sexualidad femenina como profundamente psicológica. Requerimos confianza para sentirnos cómodas con nuestros cuerpos, un montón de condiciones necesitan cumplirse para que las mujeres se sientan excitadas.

Por otro lado, creemos que la masculina es una simple fuerza biológica. Siempre están listos e interesados, sin importar su estado de ánimo o sus emociones (ellos también fomentan este mito, con sus pláticas entre amigos en las que presumen su desempeño).

Pero somos más parecidos que diferentes. A veces te sientes mucho más excitada que en otras ocasiones. Otras empieza como algo despacio y, después, se convierte en algo más intenso.

Aunque no lo creas, el interior de los hombres es tan influyente en su sexualidad como el caso de las mujeres.

Si un chico está deprimido o se siente rechazado, eso juega un papel. La diferencia es que cuando ellos están tristes o ansiosos pueden usar el sexo como una zona de confort, como masturbarse para aliviar la ansiedad. Por eso pensamos que lo único que quieren los hombres es puro sexo.

Su comportamiento puede ser diferente y las razones por su baja autoestima suelen ser distintas; sin embargo, sus sentimientos son un gran factor.

Puede ayudar que te des cuenta de que los chicos son influenciados por miedo a la ineptitud, un impulso a desempeñarse y ser competitivos en todos los aspectos que definen su identidad masculina.

Muchas mujeres piensan: debe estar interesado en tener sexo sin importar cómo estuvo su día, y si hay algo que interrumpe su camino al deseo, seguro soy yo. No estoy suficientemente sexy o delgada. Pero a veces nosotras no tenemos nada que ver.

Tal vez tiene mucho que no completa una venta en su trabajo, siente que no te conoce lo suficiente o tiene miedo de no poder complacerte. Si no puede alcanzar una erección, no siempre es por ti. Esa es una idea falsa que genera muchos malentendidos.

MITO 2: Sólo se preocupa por su orgasmo

Tendemos a creer que piensan menos en su pareja que las mujeres, pero su motivación para ser competente, satisfacer a su chica y tener un buen desempeño, todo esto es parte de la relación que tiene contigo. Puede que creas que es por ego, pero su placer depende en gran parte del tuyo.

Sabemos que los hombres se sienten incómodos con el hecho de que no saben cuando una mujer finge. También que se excitan al ver a una chica ‘prendida’. Y creo que la mayoría de las chicas ha tenido una pareja que se obsesiona por saber si el ex era mejor en la cama.

Todos estos son factores que lo hacen sentir responsable de tu orgasmo. Para él, el sexo se trata de la interacción. No es como la masturbación, donde sólo es una liberación.

Desea ser un buen amante. La cuestión es que un chico es muchas veces inseguro acerca de tu satisfacción, y si no puede hacerlo, quizá se sentirá tan mal que se cerrará. Piensa en la expresión “le di un orgasmo”. Ha aprendido que el placer es algo que él debe darte y tiene que hacerlo solo. Obvio, eso no es verdad.

A menudo es un turn on para una mujer tocarse durante el sexo o usar un juguete, pero nadie le enseña eso en la escuela, por lo que muchos hombres piensan que sólo depende de ellos.

Si no logra hacerte llegar a un orgasmo, en vez de decir “no hay problema”, mejor dile “sé lo mucho que quieres complacerme. Podemos explorar modos diferentes. Puedo mostrarte cómo usar mis dedos, pero eso no significa que lo estés haciendo mal”.

MITO 3: El sexo tierno es un desencanto

Pasamos mucho tiempo hablando acerca de la naturaleza predatoria de los hombres. Actualmente, muchos tienen problemas: ser asertivos sin ser agresivos o hacer una movida sin proyectarse violentos. Pero ¿la dominación y la agresividad son en verdad parte de quienes son, o resultan una manera de superar sus inseguridades?
Los hombres crecen sintiendo que deben ser experimentados y conocedores en la cama. Para compensar su sensación de inseguridad de que no tienen esas cosas pueden recurrir a maniobras de fuerza, como violaciones sexuales.

En las citas y el sexo heterosexual, es más común para ellos tomar la iniciativa y aceptar el rechazo, porque la mayoría lo ha sido en más ocasiones que las mujeres.
Hablamos con nuestras amigas acerca de cómo duele cuando nos dicen adiós; pero también es doloroso del otro lado, y sucede más frecuentemente.

Esa es una razón por la que la pornografía es tan atractiva para tantos hombres. En ese mundo siempre hay múltiples mujeres que lo desean y gritan de placer sin importar lo que haga. Las chicas de este tipo de contenidos nunca tienen un dolor de cabeza, siempre llegan al orgasmo, y nada sale mal.

Con las mujeres de la vida real existen más probabilidades en juego. El porno se deshace del miedo al rechazo, de un mal desempeño de o la falta de experiencia. Es una oferta que hombre alguno puede rechazar.

Todo esto apunta al hecho de que ellos son más complicados de lo que creíamos. Su sexualidad está directamente relacionada a sus sentimientos, y la mayoría no tiene a alguien para hablar al respecto… ya que ciertamente no lo hacen entre ellos mismos.

Así que las mujeres podemos y debemos abrir la puerta a la conversación. No es que los hombres no sean tiernos y no quieran una conexión más profunda, pero muchos ni siquiera reconocen que lo necesitan.

Queda claro que no es fácil para ningún género; sin embargo, darse cuenta de que no es una simple urgencia para los hombres (y motivarlos a abrirse) puede ayudar a muchas parejas.

DC|Cosmopolitan