Un polémico establecimiento de McDonald’s ha abierto sus puertas este viernes en la capital italiana en un edificio de la Santa Sede.
El establecimiento, ya apodado por muchos ‘McVaticano’, está situado en un bajo de más de 530 metros cuadrados de superficie, por el que la compañía estadounidense pagará más de 30.000 dólares al mes. Lo que hace polémica esta apertura no es solo que se encuentre en una propiedad del Vaticano, sino que está en el bajo de un edificio en el habitan varios cardenales veteranos.
Los rumores sobre la apertura del establecimiento empezaron en octubre del 2016, momento en el que el cardenal Elio Sgreccia, en una entrevista al diario italiano ‘La Repubblica’ afirmó que «vender hamburguesas» en Borgo Pio (en las inmediaciones del Vaticano) «es una desgracia y una aberración».
DC|El Telégrafo