Caldera nos hizo recordar a Phil Rizzuto, el shortstop que hacía los dobleplays perfectos en tiempos de Joe Di Maggio y Yogi Berra. En efecto, Rarfael fundó Copei y también lo abandonó en condiciones que no se olvidan porque se hicieron famosas. Caldera, junto a un selecto grupo de venezolanos, dieron vida y tribuna al partido Social Cristiano Copei. Esto sucedió después del devenir de la Organización primaria, llamada Unión Nacional de Estudiantes, el 13 de enero de 1946. Vale la pena mencionar a: Godolfredo González, Lorenzo Fernández, Rodolfo José Cárdenas, Nectario Andrade Labarca, Antonio José Pérez Díaz, Luis Herrera Campins y, el sempiterno Presidente del partido, Don Pedro Del Corral. Esto lo hacemos, no solo para nombrar a algunos de los que se alinearon, sino para reconocer los valores humanos incorporados a su fundación. Copei creció y, con ese crecimiento, empezaron a incorporarse nuevos nombres de las clases universitaria y laboral: Oswaldo Álvarez Paz, Eduardo Fernández, Hilarión Cardozo, Abdón Vivas Terán, Pedro Pablo Aguilar, Rafael Pérez Febres, Eudoro González, Dagoberto González, Jesús Bernardoni, Saadi Bijani, Leandro Neuman, Manuel Guanipa, Jesús “Chulique” Rincón y muchos otros.
Copei no solo participó en la época puntofijista sino que presidió el gobierno venezolano en los años 1969-1974, cuando el Presidente Rafael Caldera Rodríguez entregó el poder al Sr Carlos Andrés Pérez para el período 1974-1979. También, Luis Herrera Campins presidió Venezuela durante el período 1979-1984. Los copeyanos hicieron un buen trabajo político y de obras. En el primer gobierno de Caldera, el hombre comprobó que se podían construir Cien Mil casas o más por año, y así lo hizo. Igual que se podía, y Venezuela la merecía, una dirección seria y eficiente aun con recursos precarios. En efecto, bajo la supervisión del ingeniero José Curiel en el Ministerio de Obras Publicas, realizó una labor de desarrollo profunda y honesta. Este trabajo nacional solo ha sido empatado, siguiendo con la jerga beisbolera, por el adeco “Zar de Oriente”, el ingeniero Sucre Figarella. Este rendimiento también se logró en el estado Zulia bajo la gobernación de Hilarión Cardozo.
En 1994, Rafael Antonio volvió al poder con el apoyo de un nuevo partido y el abandono de su Copei por la tal Convergencia y “el Chiripero”. Esta vez una sombra le apareció: Hugo Rafael Chávez Frías. Chávez los dejo fríos cuando pudo entrar en la competencia a la Presidencia de la Republica apadrinado por un indulto presidencial del Dr. Caldera y la ayuda política del viejo zorro Luis Miquilena. En efecto, Hugo Rafael fue indultado sin inhabilitación alguna, después de haber intentado un golpe de estado contra el gobierno del Presidente Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992.
Hugo Rafael Chávez Frías estuvo preso en Yare donde recibió un trato excepcional y continuado. En cuanto al indulto, se le dio sin limitaciones y sin reservas, lo cual lo dejó apto para competir en las elecciones nacionales. Así, se nominó, y el comandante gana la Presidencia con amplio apoyo popular. Lo después, lo estamos viviendo por diecisiete años: un cambio de hombres, cambio de proyecto político y de país; cambio de estructura económica y un devenir complejo y difícil. En corolario, Rafael Antonio Caldera Rodríguez se fue a mejor vida habiendo sido artífice importante en la vigencia de este paquete político.
Sin embargo, no todo fue errado. Recordemos un buen legado dejado por el Presidente Caldera en la Asamblea de la Cámara de Radiodifusión en Maracaibo el 7 de mayo de 1969, hace medio siglo. El dijo: “Venezuela no es patrimonio de unos pocos, ni de determinados grupos. Es la herencia común que nos legaron quienes por ella se entregaron a la lucha y el sacrificio. Una herencia que vale tanto en cuanto seamos capaces de utilizarla e interpretarla solidariamente, y que se minimiza, llegando a caer a veces en los peores abismos del pesimismo cuando se convierte en pugna estéril o infecunda, que no logra armonizar las diversas concepciones e intereses sino que se enfrasca dentro de una controversia insuperable”.
Hoy, Copei cumple 71 años de fundado, siete décadas y un año, más de catorce lustros; tiempo preciso para analizar su desarrollo y sus realizaciones por esos años de vida política.
¡Felicitaciones a Copei y fuerzas para el Come back!
DC / Luis Acosta / Articulista