Luego del escándalo de la exdiputada Iroshima Bravo al inaugurar hace un año un lujoso centro estético en Miami, Estados Unidos, la chavista decidió regresar a Venezuela. La polémica tuvo tanta repercusión y rechazo en la comunidad venezolana que vive en EE.UU. que Bravo primero intentó calmar cambiándole el nombre a su local y finalmente lo cerró.
Venezolanos reprocharon que la dirigente chavista apareciera totalmente cambiada físicamente y con otro nombre a disfrutar de las “mieles” del “imperio” después de exaltar la “revolución bolivariana” por años.
“Iroshima Bravo se fue de aquí de los Estados Unidos para Venezuela, aunque dicen que está tratando de montar un spa en una zona acá llamada Aventura, eso no lo he podido corroborar, de hecho no creo que sea verdad”, dijo el presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), José Antonio Colina.
“Donde tenía el spa acá lo cerró, se fue, inclusive cerró la corporación”, remató. Autoridades de Estados Unidos habrían sido encomendadas a investigar cómo Bravo llegó a ese nación y qué tipo de visa tendría. Pero hasta el sol de hoy no se han ofrecido detalles de la averiguación.
DC|El Cooperante