Saltar a la cuerda: ¿Quién no ha saltado a la cuerda de niño? Este ejercicio simple y económico requiere de cierta destreza, ya que combina equilibrio, resistencia, coordinación y fuerza. Es una forma rápida de quemar grasas y no requiere más que un poco de espacio. Lo puedes practicar tanto en interiores como al aire libre y es uno de los ejercicios cardiovasculares más divertidos.
Jumpings Jacks: Este es uno de los ejercicios más tradicionales. Se practica de pie en dos tiempos, comenzando con los pies juntos y los brazos pegados al cuerpo. Luego de un salto separamos las piernas y elevamos los brazos sobre la cabeza hasta dar una palmada. Un nuevo salto y retornamos a la posición inicial.
Burpees: Si te gustan los ejercicios cardiovasculares intensos, este es el apropiado para ti. Partiendo de la vertical, debes agacharte y tirarte boca abajo haciendo una flexión de brazos. Luego te reincorporas y cuando estás de pie das un salto. Bastan algunas repeticiones para que comiences a sudar.
Mountain climbers: Es el ejercicio del escalador y debes comenzar lento para aumentar la velocidad de a poco. En el piso, apoyado únicamente sobre las manos y pies, lleva una rodilla hasta el pecho, tocando el suelo con la punta del pie, como en acción de escalar. Luego regrésala a su posición y haz lo mismo con la otra pierna. Repite varias veces.
Salto con las rodillas al pecho: De pie, con las piernas separadas y alineadas con los hombros, da un salto levantando las rodillas hasta el pecho. Repite varias veces. Este es un ejercicio de impacto, por lo que debes utilizar un calzado adecuado. No es recomendable para quienes viven en apartamento, ya que podría ocasionar molestias a los vecinos.
Cada quien armará su rutina como mejor le venga, puedes utilizar los ejercicios cardiovasculares por separado o combinarlos en un programa de entrenamiento. Comienza despacio y con bastante tiempo de descanso, para ir aumentando repeticiones y disminuyendo el tiempo de descanso.
DC|Agencias