Durante la cuarta Republica ya se hablaba de tribus judiciales en el país, pero lo que ocurre hoy en día no son irregularidades, son atrocidades de alto calibre, una vergüenza para la Venezuela decente. El Poder Judicial con sus excepciones, está secuestrado políticamente y erosionado de manera creciente en el plano ético. Hay magistrados en el TSJ con prontuario, sin calificación profesional y moral; rendidos a los dictámenes de Miraflores y a mafias con amparo político y económico.
Un funcionario de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura: Cándido Ramón Ramírez, analista profesional de ese órgano del Poder Judicial, es un verdadero pulpo, ejecutor de tropelías y vagabunderías incalificables en el castellano potable.
El Sr. Cándido, es una expresión de las mafias judiciales y de la antítesis de su nombre. Una verdadera joya en cuyos propósitos no tiene límites, dando claro ejemplo de lo que no se debe hacer. Este personaje se dedica a cobrar, sobornar y extorsionar a personas utilizando el nombre de la magistrada Gladys Gutiérrez (Presidenta del TSJ). Actualmente se encuentra preso en el SEBIN desde la fecha 11-11-2016, fue imputado por la Fiscal 75° del Área Metropolitana Yolaines Benavente, por los delitos de inducción a la corrupción, suposición de valimiento de funcionario público, ambos en grado de continuidad. Todo un especialista en guisos judiciales, pero allí no termina el caso; este Cándido nada cándido, ha creado una especie de sindicato del crimen en el cual ha utilizado jueces para beneficiar a Oswaldo Nania, un contratista de la Misión Vivienda que ha desfalcado al país logrando absoluta impunidad con jueces que actuaron supuestamente siguiendo ordenes de la magistrada Gladys Gutiérrez.
Entre Cándido preso en el SEBIN y Oswaldo se sigue utilizando el nombre de la magistrada para chantajear jueces y obtener favores judiciales en beneficio de las empresas de Oswaldo Nania. ¿Por qué Nania sigue libre? ¿Quién es su padrino oculto? La mafia esta desatada. El TSJ debe investigar porqué se utilizó y se sigue utilizando el nombre de la magistrada para favorecer los chanchullos de Oswaldo Nania.
Estoy obligado por razones éticas y apego a la verdad, denunciar lo ocurrido en el tribunal de la juez Elena Cassiani Cabarcas, que según cumpliendo órdenes de arriba levanto medidas cautelares y patrimoniales en detrimento del Estado Venezolano por no haber cumplido con la construcción de obras encomendadas por Odebrecht. ¿Les suena el consorcio? Tengo otra interrogante jurisprudencial: ¿Qué paso con el expediente 21C-18-361-15, donde se utilizó el nombre de la presidenta del TSJ para perjudicar los intereses generales de la nación?
El empresario Oswaldo Nania debe ser investigado, su relación con Odebrecht, así como todos los juicios en los cuales tenga interés este personaje y se determine quienes protegen a Cándido y a Nania. El TSJ y la Fiscalía tienen la palabra.
DC / José Luis Pirela / Diputado AN por San Francisco– Zulia / Notas Progresistas / @joseluispirelar