Joaquín Bastián Lavandera, de 85 años, fue asesinado la madrugada del lunes dentro de su apartamento ubicado en el bloque 13, Terraza C de la urbanización Ciudad Caribia.
Lo maniataron al copete de la cama y lo asfixiaron con una almohada. Quienes lo sometieron, se robaron un kilo de arroz, un televisor plasma de 32 pulgadas, un módem de internet y 2 mil bolívares en efectivo.
Dejaron la puerta del apartamento abierta, lo que causó sospecha en los vecinos, quienes observaron, además, la ventana violentada.
Fue a las 8:00 de la mañana del lunes cuando los vecinos se comunicaron con uno de sus hijos y le dijeron la irregularidad en la vivienda. El joven llegó al sitio y encontró el cadáver de su padre, según destacó Jimmy Figuera, sobrino del fallecido.
La noche anterior, el anciano había sido visitado por una nuera que le llevó dinero para que comprara comida.
Los parientes presumen que los delincuentes estaban vigilando hasta que ella se fuera, pues sabían que vivía solo. «Es lamentable lo que está pasando en el país, que lo hayan matado por comida y algo material. Algún día saldremos de esto», dijo el sobrino.
Joaquín era de nacionalidad española, oriundo de Asturias. Su pasión era la radiodifusión y tenía equipos en su antigua casa en El Junquito.
«Lo fueron robando y dejó la radio. Era tan activo que tenía moto hasta el año pasado cuando sufrió un accidente y se fracturó una pierna», detalló el sobrino.
Tras el incidente, tuvo que usar bastón y muletas, además perdió un poco la movilidad.
A raíz de ello, el año pasado le robaron el celular dentro de su apartamento.
«Era bastante confiado y metía mucha gente a la casa, por eso presumimos que quienes lo atacaron sabían su estilo de vida», refirió el familiar.
Otro asesinato ocurrido este lunes fue el de Omar Enrique Salgado, de 39 años.
Lo mataron a tiros en la habitación que tenía alquilada en una casa tipo pensión, ubicada en el sector Manicomio de La Pastora.
De acuerdo con el relato de los familiares, el hombre era vendedor de hortalizas y frutas en el mercado de Quinta Crespo. En horas del mediodía del lunes llegó a la casa y, al parecer, una pareja lo venía siguiendo detenidamente.
Cuando entró a la pensión y se encerró en su habitación, le tocaron la puerta y él salió. En ese momento le dieron tres tiros y huyeron.
Los demás inquilinos escucharon las detonaciones y observaron el cadáver. Presumen que fue venganza.
DC|EU