La pasión y la entrega por el patinaje artístico sobre hielo la acompañó hasta los últimos días de su vida. Yvonne Dowlen, con 90 años, realizó una presentación a inicios de 2016, en el que fue aplaudida por todos los presentes, y ha conmovido a todos alrededor del mundo.
Cuando a los 80 años sufrió un accidente de coche y los médicos le dijeron que debido sus lesiones no podría volver a ponerse unos patines, ella se negó a admitir este trágico destino. Luchó por seguir patinando y vaya si lo consiguió. Se enfrentó a todos y cuando pudo ponerse en pie y caminar, se puso de nuevo sus patines y continuó entrenando.
Yvonne afirmaba rotunda que patinar era lo que le daba vida y cuando veía a otras personas de su edad con sus bastones o máscaras de oxígeno, ella sonreía y se sentía muy feliz disfrutando de sus patines. Murió el 11 de mayo de 2016, con la satisfacción de haberse entregado a su pasión desde los 13 años de edad.