A 11 días de una huelga de hambre, que iniciaron el pasado 9 de febrero, el comité de bomberos jubilados de Maracaibo se mantiene en pie de lucha por sus reivindicaciones, acción que ejecutan con la paralización de las actividades administrativas en las respectivas sedes del organismo dispersas en la ciudad.
“Hasta la fecha no hemos tenido ninguna respuesta satisfactoria del parte del comandante Elin Pirela ni de la alcaldesa de Maracaibo Eveling Trejo”, señaló el teniente Evelio Montiel, líder del movimiento.
El grupo de 48 bomberos jubilados exige el pago de sus prestaciones sociales, en mora desde 2011. “La alcaldía recibe recursos propios por parte del Sedemat y a la comandancia ingresan, diariamente, 500 mil bolívares” exclamó Montiel, quien también es vicepresidente de la Asociación de Bomberos de Jubilados del estado Zulia.
Aunado a la falta de pago se suma la falta de dotación de indumentaria para ejercer el oficio, la reparación y equipamiento de las unidades contra incendio y de ayudas hospitalarias.
“Solamente tenemos paralizada la parte administrativa, en las seis sedes de la institución, la parte operativa sigue activa, aunque con escaso material para actuar en caso de una emergencia. Solamente contamos con un camión, una bomba de achique y una ambulancia con los cauchos pelones, para atender una ciudad de 18 parroquias y casi tres millones de habitantes”, apuntó.
“Ellos (las autoridades) están jugando al desgaste, pero nosotros seguimos en pie de lucha como el primer día y no pensamos desmayar hasta que atiendan nuestras justas peticiones”, subrayó Montiel.
Explicó que el monto que les adeudan no supera los 35 millones de bolívares y “no entendemos como un organismo que recibe tanto dinero en impuestos municipales, presupuesto del estado y otros ingresos no cancele esa cantidad que, para nosotros es mucho, pero para el organismo es pequeño. Pareciera que no hubiese la voluntad de querer resolver”, sentenció Montiel.
DC|Panorama