Los venezolanos que migraron a Colombia en busca de una mejor condición de vida reciben fuertes críticas en ese país a la hora de buscar trabajo. Los colombianos se ven “amenazados” ante la llegada de los extranjeros, porque consideran que los “venecos”- forma peyorativa de decirles a los venezolanos- les quitan oportunidades.
«Ellos se están regalando hasta por 20.000 pesos (unos 7 dólares) por un día de trabajo, están reventando la tarifa y así no hay manera de cobrar lo justo», dijo Alfredo Flores, un mesero de una cafetería del centro de Barranquilla a la agencia EFE.
Flores considera que los venezolanos son desleales en la competencia por un puesto de trabajo, porque ofrecen mucho por muy poco dinero.
El ingeniero en sistemas Felix Tovar, quien llegó a Barranquilla hace un año con su hermana, consiguió ejercer su profesión en la entidad sin ser discriminado, pero asegura que ha sentido cierto “recelo” por parte de sus compañeros de trabajo.
Los Tovar hacen parte de un colectivo de teatro que recorre los municipios del departamento Atlántico y mientras encuentran las oportunidades para trabajar en su campo, afirman que en Colombia tienen posibilidades que hoy muy difícilmente encontrarán en su país.
Otro ámbito laboral dominado por los migrantes es la prostitución, que se ha esparcido por ciudades y pueblos de la costa atlántica y otras regiones, donde numerosas venezolanas se obligadas a este oficio para poder mantener a sus familias.
DC|El Nacional