Ángel Miguel Heredia González, de 22 años, confesó a los funcionarios del Cicpc y del Ministerio Público haber asesinado al hijo del basquetbolista Juan Manaure, la tarde del 26 de diciembre pasado.
Lo hizo porque, según él, recibió la orden de Jean Carlos Brandis Palomo, sujeto que tenía la responsabilidad de cobrar por la liberación, que finalmente no se concretó.
Jean Carlos fue detenido en enero en compañía de Mario Alejandro Vaamonde y Leida Solangel Mendoza.
Esta última tenía una relación sentimental con un recluso de Tocorón, conocido como alias «el Oso».
Todo el secuestro se había planificado allí.
Ángel fue capturado en su residencia en Río Chico (Barlovento) durante la noche del 13 de febrero, luego de una operación especial hecha por funcionarios de la División Anti Extorsión y Secuestros del Cicpc.
Él mismo admitió formar parte de la banda criminal, y ese día tenía puestos los zapatos Converse azul con blanco del hijo de Manaure.
Al día siguiente, guió a los funcionarios hasta el lugar donde asesinó al adolescente y lo enterró, en la vía Guatire-Caucagua, sector Chuspita.
Dijo que le había disparado con una escopeta calibre 12 en el pecho. Esa misma arma se la incautaron en la vivienda.
El criminal fue presentado el 15 de febrero, primeramente, en el Tribunal 4 de Control del estado Miranda, ubicado en el Circuito Judicial Penal Extensión Barlovento, en Guarenas.
Allí lo registraron con la causa número 4-C7851 en horas del mediodía. Luego la causa fue declinada a Caracas, pues era requerido por el Tribunal 11 de Control del Área Metropolitana de Caracas.
Aunque le dictaron privativa de libertad y le asignaron como centro de reclusión el penal de Tocorón mientras continúa su proceso judicial, hasta el momento no ha sido trasladado, según destacó una fuente judicial.
Y no lo han hecho, porque en ese penal y en Tocuyito asesinaron a cuatro reclusos que también formaban parte de la banda de secuestradores.
«Los mataron por haber pecado. Aquí está prohibido que se cometan secuestros y extorsiones, y quien lo haga sabe lo que le toca», detalló una fuente carcelaria.
Los cuatro reclusos estaban apartados en un cuarto desde que el Cicpc detuvo a los dos hombres y a la mujer implicados en el hecho, y se hizo pública la noticia.
Les dieron un teléfono celular para que gestionaran la liberación del adolescente, «dejando claro que no se iba a pagar ni un bolívar. Pero a Jean Carlos no le importó la vida del chamo y lo mandó a matar».
Así lo confesó la fuente carcelaria, y esa misma versión la ofreció Ángel tras su captura.
Desde la cárcel aseguran que solo ayudaron a Manaure, que hicieron todo lo posible para que soltaran al muchacho, pero al enterarse de que lo habían asesinado, a principios de enero, tomaron la decisión de ultimar a los cuatro reclusos.
DC/EU