United Airlines está investigando qué sucedió el sábado pasado en uno de sus vuelos cuando la piloto mostró una conducta tan extraña que provocó que sus pasajeros abandonaran apresuradamente la aeronave, que no pudo despegar hasta que no llegó un reemplazo.
Según el The Washington Post, la piloto se apareció en el vuelo que iba de Austin, Texas, a San Francisco, California, vestida de civil y tomó uno de los teléfonos del sistema de intercomunicación para explicarles a los sorprendidos pasajeros que disculparan el retraso, pero que estaba en proceso de divorcio.
La mujer, que no ha sido identificada, prosiguió con su charla a los pasajeros, que enseguida comenzaron a compartir la extraña experiencia en sus redes sociales.
Pam O’Neal, una de las pasajeras entrevistadas por el canal KPIX TV de San Francisco, dijo que la piloto llegó les pidió “que votáramos si queríamos que se pusiera el uniforme o que viajara vestida así”.
Según USA Today, también declaró que no había votado ni por Trump ni por Clinton porque eran una partida de mentirosos.
Al parecer también pidió a los pasajeros que no se preocuparan porque ella no iba a estar a los mandos del aparato sino su copiloto, que era hombre.
Ante esta situación, unos cincuenta pasajeros optaron por abandonar el avión y entre los que se quedaron se escucharon llantos de miedo ante lo inusual de la situación y el miedo a que se fuera a producir una desgracia, ya que la mujer parecía que no tenía intención de callarse.
El portavoz de United Airlines Charlie Hobart confirmó a The Associated Press que la piloto no estaba en uniforme cuando abordó el avión y que la compañía enseguida envió a un piloto de reemplazo para el vuelo, que finalmente despegó con noventa minutos de retraso.
DC|People