En primer lugar, con ayuda de un rodillo aplanamos las rebanadas de pan lo máximo que nos sea posible, sin que se lleguen a romper.
Por otro lado, batimos bien los huevos y los mezclamos con la leche.
Vertemos la mezcla anterior en una fuente e introducimos las rebanadas de pan. Dejamos reposar hasta que absorban todo el líquido. (yo las pongo a remojo por la mañana para preparar por la tarde)
Cuando vayamos a preparar ya los rollitos, pelamos los plátanos y eliminamos ambos extremos. Retiramos todos los hilillos que puedan tener y cortamos los plátanos en dos mitades.
En una sartén, ponemos 4 cucharadas de azúcar repartidas y, sobre cada una de ella colocamos un trozo de plátano y, terminamos cubriendo cada mitad con otra cucharada de azúcar.
Dejamos que el plátano caramelice bien por ambas caras.
Retiramos los plátanos de la sartén y los colocamos en las rebanadas, ya empapadas, de pan.
Enrollamos el pan sobre el plátano y, los ponemos en una sartén con la mantequilla fundida.
Dejamos cocinar los rollitos bien por ambas caras antes de retirar.
Cuando estén bien dorados, servimos de inmediato espolvoreados con azúcar glas y acompañados de lo que más nos guste, en mi caso, sirope de fresa.
¡Buen provecho!
DC/Agencias