“Una guerra contra la cultura musulmana”.
Con estas palabras, una aldea en Hungría resume su cruzada: no sólo prohibió el uso de prendas musulmanas y el típico llamado islámico a la oración, sino que además espera atraer a otros europeos cristianos que se oponen al multiculturalismo en sus propias naciones.
“Primordialmente le damos la bienvenida a gente de otros países de Europa occidental, personas que no quieren vivir en una sociedad multicultural”, le dijo Laszlo Toroczkai a la BBC.
“No quisiéramos atraer a musulmanes a nuestra aldea”.
Toroczkai es el alcalde de Asotthalom, una remota aldea en el sur de los llanos húngaros, a unas dos horas de la capital Budapest.
“Es muy importante para la aldea preservar sus tradiciones. Si un gran número de musulmanes llegara aquí, no serían capaces de integrarse a la comunidad cristiana”, explicó.
“Hemos visto grandes comunidades musulmanas en Europa occidental que no han podido integrarse y nosotros no queremos tener la misma experiencia aquí”, expresó.
“Me gustaría que Europa pertenezca a los europeos, que Asia pertenezca a los asiáticos y África a los africanos. Así de simple”.
DC/LN