La ex presidenta brasileña Dilma Rousseff expresó hoy sus condolencias a su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, tras la muerte de su esposa, Marisa Leticia Rocco, ocurrida hoy en un hospital de Sao Paulo.
“Hoy es un día triste para todos los que conocimos y admiramos a doña Marisa”, expresó Rousseff, quien sucedió a Lula en el poder y fue destituida en agosto pasado por irregularidades en los manejos de los presupuestos.
Según la expresidenta, “doña Marisa fue la base para que Lula se pudiese dedicar en cuerpo y alma a la lucha por la construcción de otro Brasil, más justo, más solidario y menos desigual”.
Rousseff afirmó en una nota que, en los últimos meses, tanto Lula como su esposa “han sido víctimas de persecuciones y experimentaron en la piel grandes injusticias”, en alusión a causas penales que ha abierto la justicia en contra de la pareja por supuesta corrupción.
“Imagino que su dolor ahora es insoportable, pero tengo certeza de que sabrá superar este momento difícil”, agregó Rousseff, quien concluyó su mensaje diciendo: “Estamos juntos, presidente Lula, ahora y siempre”.
Rocco, de 66 años, estaba hospitalizada y en coma desde el 24 de enero y su muerte cerebral fue anunciada este jueves en el Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo.
DC/EN