El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó este miércoles su informe anual sobre el estado de los derechos humanos en el mundo. Venezuela, de nuevo, no salió bien librado.
Zeid Ra’ad Al Hussein se mostró “perturbado por la falta de independencia del Estado de Derecho y las instituciones nacionales de derechos humanos” en el país suramericano y aseguró que su oficina no para de recibir “información sobre detenciones arbitrarias e intimidación de líderes opositores”.
“Repito mis llamados a la liberación de todos los detenidos políticos, muchos de los cuales creemos están detenidos arbitrariamente”, afirmó.
Zeid llamó la atención sobre la dificultad que la entidad que preside ha tenido para acceder a varias regiones. “Planteé este asunto ante el Consejo (de Derechos Humanos de la ONU), destacando, entre otros, a Etiopía, Siria, el sureste de Turquía, Venezuela y ambos lados de la Línea de Control”, que divide a Jammu, en India, con Cachemira, en Pakistán.
“Estoy cada vez más preocupado por la extrema polarización en Venezuela, con continuas restricciones a las libertades de movimiento, asociación, expresión y protesta pacífica”, aseguró el Alto Comisionado.
“A medida que la crisis económica y social en Venezuela se profundiza, hemos recibido información sobre un marcado incremento de los venezolanos que llegan a los países vecinos, e insto a las autoridades a garantizarles el apoyo adecuado. La escasez de medicinas y alimentos en todo el país y la escalada de los precios están afectando severamente los derechos económicos y sociales”, agregó.
Este jueves, el embajador de Venezuela ante la ONU Jorge Valero manifestó en Ginebra (Suiza) que lamenta «el sesgo de intervención» que Zeid tiene sobre la situación de los derechos humanos en su país, según lo reportan medios como la agencia oficial de noticias de Cuba Prensa Latina o los diarios venezolanos El Nacional y El Universal.
En Venezuela «se respetan los derechos humanos y libertades fundamentales. Todos pueden expresar con libertad sus opiniones. Manifestar pacíficamente, y sin armas, es un derecho constitucional», dijo Valero ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, citado por esos medios.
Según Valero, en su país las libertades «se respetan escrupulosamente, pues son intrínsecas a nuestra democracia participativa y protagónica». El diplomático también criticó que Zeid «exagera las críticas a países en desarrollo, pero minimiza las violaciones de los derechos humanos por potencias imperiales».
Venezuela completó, en diciembre del 2016, tres años seguidos en recesión. Pero también está sumida en una profunda crisis social y política, con una inflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica podría aumentar un 1.660% en el 2017 y un 2.880 % en 2018. Eso hace que los precios de todo tipo de bienes básicos, como la leche, el papel higiénico, el jabón, el azúcar y la harina, estén por las nubes. Estos productos escasean desde hace años, así como los medicamentos.
El gobierno venezolano impuso una regulación a ese tipo de productos básicos hace cuatro años y disminuyó de manera drástica la asignación de divisas para su importación o la de los componentes activos para su fabricación, en el caso de los medicamentos.
Solo hasta hace poco el Gobierno dejó de ejercer controles de precios, y los bienes básicos han regresado lentamente a las tiendas y los supermercados. Pero los precios son tan altos que pocos venezolanos pueden costearlos.
Además, el diálogo entre el oficialismo y la oposición -que hoy es mayoría en la Asamblea Nacional- está congelado desde hace varias semanas. “Acojo con beneplácito los esfuerzos de mediación del Vaticano y aliento el respeto por los derechos humanos como una base común para retomar el diálogo político”, afirmó el Zeid en su informe.
Sobre América Latina, el Alto Comisionado aseguró que en muchos países de la región “las y los defensores de la tierra y el medio ambiente ante industrias extractivas y proyectos de desarrollo enfrentan peligros agudos, incluyendo asesinatos y ataques violentos”.
Sin embargo, no ahondó en la situación de los derechos humanos en países como Colombia, Guatemala y Honduras, que junto con Afganistán, Chipre, Guinea, Libia, Sri Lanka, Siria, Ucrania y Yemen “serán objeto de informes específicos” próximamente.
Al que sí le dedicó un aparte fue a Estados Unidos. “Me preocupa el manejo de varias cuestiones de derechos humanos por parte del nuevo gobierno. Se necesita un liderazgo más fuerte y consistente para abordar el reciente aumento de la discriminación, el antisemitismo y la violencia contra las minorías étnicas y religiosas”, dijo. Y se mostró “consternado” por los intentos del presidente Donald Trump “de intimidar y socavar el trabajo de los periodistas y los jueces”.
Según Zeid, el 2017 puede ser un año “crucial en muchos aspectos”.
“¿Los populistas seguirán cosechando las recompensas del miedo y la desilusión? Junto a otros líderes de mentalidad autoritaria, ¿llevarán al límite al sistema internacional? ¿O habrá suficientes personas que se darán cuenta clara y profundamente lo que está en juego –que ven que todo el sistema basado en derechos humanos está bajo ataque- y revertirán las fuerzas centrífugas que amenazan con desmantelar las instituciones internacionales y regionales?”, se preguntó casi al final del discurso en el que presentó el informe.
DC | CNN en Español