Florencio Figuero Dávila, de 53 años de edad, fue hallado muerto este domingo dentro de su vivienda en La Pastora. Se presume que fue torturado para que revelara a sus atacantes las claves de sus tarjetas bancarias.
El occiso era abogado adscrito al Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren). Tenía movilidad reducida porque de niño sufrió de poliomielitis y con los años se agravó su enfermedad. Caminaba con bastón.
Su prima Delia Figueroa lo encontró en la cama con la sábana en el rostro lleno de sangre. En la funeraria, la familiar se enteró que los antisociales le arrancaron las uñas de las manos a su primo, reveló la periodista Altagracia Anzola en Twitter.
Los delincuentes se llevaron del lugar su chequera, cartera con los documentos personales y tarjetas bancarias.
Figueroa estaba casado con una mujer que sufre de esquizofrenia. Ambos tenían un hijo de 27 años de edad, que el año pasado se fue a vivir a Ecuador.
DC/EN