Un equipo de arqueólogos alemanes y egipcios descubrió esta semana en El Cairo, capital de Egipto, fragmentos de una gigantesca estatua que se presume tiene al rededor de 3000 años de antigüedad.
Según el medio, el busto y la cabeza de la escultura podrían pertenecer a una imagen del faraón Ramses II, uno de los gobernantes más grandes del Antiguo Egipto, famoso por su actividad militar.
Los fragmentos, que miden 8 metros de longitud y pesan 3 toneladas, tuvieron que ser sacados de la fosa por una grúa hasta terreno seco, donde decenas de trabajadores los cubrieron con un manto blanco.