Este lunes los habitantes de Onoway, un pueblo de Canadá, se sorprendieron cuando al abrir los grifos de sus casas notaron que el agua estaba saliendo con un intenso color rosa.
Las autoridades locales explicaron que se trató de un incidente con una sustancia química que se vertió en uno de los reservorios de agua que surte a la ciudad.
El color se debió a una reacción no deseada del permanganato de potasio, un compuesto que se emplea con frecuencia para retirar el hierro y el sulfuro de hidrógeno del agua.
Los responsables del servicio de agua explicaron a la ciudadanía que la tonalidad del agua no representa un riesgo para la salud y que ya se realizaron las labores necesarias para que el líquido tome su color original.
DC | La Verdad