Lo apodan “El Chacalay” y lo estaban buscando desde hacía meses. Logró burlar a la justicia desde el 31 de marzo de 2016. La noche de ese día acribilló al alcalde de La Ceiba (Trujillo), Marco Tulio Carrillo.
“El Chacalay” fue arrestado por un grupo élite de la Fapet la noche del pasado miércoles. La captura se produjo en la carretera Panamericana, cerca de Buena Vista, municipio Monte Carmelo.
El criminal transitaba la vía en un Chevrolet Corsa. Intentó simular que era otra persona pero no sabía que las fuerzas policiales ya lo tenían plenamente identificado.
El detenido por el sicariato fue identificado como Kelvin Ramón Rodríguez, quien se desempeñaba como miembro de la Fapet, la Policía de Trujillo. Fue expulsado del organismo en enero de 2016, reseñó la prensa andina.
La mañana de ayer, en rueda de prensa, se ofrecieron detalles de la captura.
El comandante de la Fuerza Armada Policial del estado Trujillo (Fapet), coronel Orlando Villegas, señaló que lograron atrapar a Rodríguez mediante un operativo de despliegue integral.
“Será procesado judicialmente por el asesinato del alcalde el municipio La Ceiba, Marcos Tulio Carrillo, ocurrido hace un año”, indicó.
En el punto de Control Buena Vista, alias “El Chacalay” cayó detenido junto a un menor de edad y dos mujeres, “los cuales al realizarle la revisión de rutina le fueron incautados 46 gramos de supuestas sustancias psicotrópicas”.
El expolicía mostró una cédula falsa. Quiso jugarse una última carta para seguir huyendo, trascendió.
El comandante de la Fapet explicó que las investigaciones sobre la muerte del alcalde Carrillo “están en desarrollo para llegar a la raíz y origen de tan vil hecho que entristeció a la población del municipio La Ceiba”.
Carrillo sumaba 7 años dirigiendo los destinos de La Ceiba, al oeste del Trujillo. En su casa, asentada en Santa Apolonia, fue acribillado.
Conocido el ataque, equipos élites de las fuerzas del orden público se desplegaron para dar con los criminales. Dos hampones cayeron abatidos en la madrugada del 1 de abril de 2016.
En el Diario Los Andes se leyó ayer que “El Chacalay” convenció a un oficial de la Policía de Trujillo para que le prestara el arma de reglamento para matar al alcalde
Autoridades dijeron hace un año: “El móvil que manejan los investigadores, en todo caso, es la venganza, el modus operandi que se utilizó, el sicariato”.
DC/Panorama