Un juez federal de Hawái decidió mantener de forma indefinida el segundo decreto migratorio de Donald Trump, al menos hasta que un tribunal superior se pronuncie sobre si la polémica orden ejecutiva del presidente se ajusta a la legalidad y la Constitución.
Esta medida supone que, salvo que el Departamento de Justicia logre derogarla con un recurso, el segundo intento de Trump de impedir la entrada de refugiados e inmigrantes musulmanes de seis países queda paralizado.
El juez de distrito Derrick Watson, de Honolulu, ya había paralizado el pasado día 15 el veto migratorio con una Orden de Restricción Temporal hasta que se celebrase la vista para conocer los argumentos de las partes y decidir si dejaba que la orden de Trump se aplicase.
Este jueves se ha celebrado la audiencia, en la que el abogado del Departamento de Estado Chad Readler ha afirmado que Hawái solo ha mostrado su preocupación por el efecto que la orden pueda tener sobre los estudiantes y el turismo. «Pero la orden no tiene ningún efecto sobre este Estado», ha argumentado.
Sin embargo, el fiscal general de Hawái, Douglas Chin, ha resaltado que el lenguaje utilizado en la orden «es como un cartel de neón parpadeando ‘Prohibición para los musulmanes, Prohibición para los musulmanes'». Chin, demócrata, fue quien instó la paralización inicial.
Tras escuchar a las partes, Watson ha convertido su primera decisión en una «medida preliminar», lo que dificulta aún más la aplicación del veto migratorio. «Esta medida no tiene fecha de expiración», ha dicho Chin. La decisión permite al Gobierno de Trump recurrir el fallo ante el Tribunal.
DC/GB