Santamarías abajo, letreros de “se vende” por doquier, menos artículos que ofrecer, poco movimiento de compradores, ventas caídas por encima del 50%, y la inseguridad. Este es el escenario del popular mercado municipal Las Playitas, uno de los principales centros de compra de “mercancía seca” de Maracaibo.
Con más de 7.500 locales comerciales, es uno de los más viejos edificado para la época de Raúl Leoni, pero la bonanza que lo caracterizó hasta hace unos siete años se desplomó. Un 80% de los establecimientos se encuentran en estos momentos cerrados, bien sea porque los propietarios se han ido y están vendiendo, o porque los dueños prefieren no abrir por razones de poca rentabilidad.
“Yo vengo a trabajar diariamente, con el mismo empeño de superación que siempre, pero las cosas aquí cambiaron. Yo antes no tenía capacidad para atender a todos los clientes que llegaban a comprar, y podía vender más de 30 perfumes diariamente; sin embargo, hoy día tengo que rogar por vender aunque sea uno diario. Atiendo yo solamente, soy dueña y tengo aquí más de 25 años, porque tener un trabajador significa un gasto adicional”, contó Susana Nieves.
La crisis económica ha golpeado a los comerciantes de los 22 sectores de este mercado marabino. Pero que no solo es evidente en las santamarías abajo de Las Playitas, sino que se replica en centros comerciales como San Felipe, y otros ubicados en el casco central.
La presidenta de la Asociación Única de Comerciantes Indígenas Bolivarianos, Luz González, dio a conocer este porcentaje y asegura da dolor ver cómo poco a poco han cerrado más y más establecimientos. “Los comerciantes tienen sus cuatro lochas invertidas en mercancía, pero las tienen paradas porque no venden, y de qué les sirve tenerlas en exhibición sino les está generando ganancias. Esto es duro”, dijo.
José Bracho, propietario, explicó parte de las razones o los porqué de estos cierres: “Primero, muchos han cerrado para irse del país, y prefieren cerrarlo que alquilarlos porque meter un inquilino es un arma de doble filo, pues muchas veces no se quieren salir y salen a relucir abogados. Otra de las razones es que las ventas están por el suelo, yo para principios del año pasado podía vender 20 artículos para equipos de sonido de carros, ahora solo vendo dos, los días buenísimos, y reponer esa mercancía es mucha más inversión”.
Una tercera causa, según explicaron los propios comerciantes, es la reposición de la mercancía que desde los inicios del mercado se concibió a través de la consignación, esto quiere decir que los proveedores entregaban la mercancía y daban un espacio hasta de tres meses para su cancelación. “Lo que la gente le dice ‘fiao’, y a pesar del tiempo de espera para el proveedor, él tenía sus buenas ganancias, ahora no se puede hacer de esa manera, sino que todo lo están vendiendo de contado y muchos comerciantes no tienen para pagar de esa forma”, explicó la representante de la asociación.
Esto ha provocado que muchos establecimientos hayan bajado drásticamente los artículos que ofrecer.
La inseguridad es otro buen argumento. “Se han metido en muchos locales a robar, y los dejan sin nada, cómo hace ese comerciante para volver a reponer toda esa mercancía”, precisó.
Eduviges Áñez, quien tiene alquilado un local comercial, explica que hasta hace un año pudo mantener los dos establecimientos que tenía alquilados. “Los alquileres subieron una barbaridad, yo pasé de pagar 500 mil bolívares anuales, a un millón de bolívares por el año, y si las ventas no se incrementan cómo lo cancelas. Me vi en la necesidad de entregar un local”, contó.
Cecilia Paz, comerciante desde hace más de 12 años en Las Playitas, indicó que tener un grupo de empleados también es un gasto. “Aquí están pagando por comisión, es decir, tu le pones la mercancía a un precio y el vendedor la ofrece un poco más cara, ese dinero extra es lo que él se lleva. Son pocos los que mantienen un sueldo”, precisó.
Roberto Moncada, comerciante y representante de una de las asociaciones, explicó que hace siete años atrás se presentó ante la Cámara Municipal de Maracaibo el proyecto Las Playitas 2011, avalado por la Facultad de Arquitectura de LUZ, que buscaba mejoras en cuanto a infraestructura, servicios, techos, estacionamientos; sin embargo, no se concretó nada.
DC/Panorama