Los consultorios recién remodelados del Seguro Social de Veritas lucen vacíos. Su interior da muestra de que tiene tiempo sin ser utilizado. El retrato es el de un centro de salud sin médicos.
En un letrero pegado en la recepción se leen más de 20 especialidades, algunas de las cuales tenían hasta dos médicos. Hoy, la hoja anuncia una realidad que ha dejado de existir.
Roxana Díaz antes asistía a la institución para sus consultas rutinarias con el cardiólogo, pero desde hace aproximadamente un año, sus visitas religiosas se han visto truncadas por la suspensión del servicio. Ahora asiste a una clínica porque lograr una cita en un hospital público es un “viacrucis”.
“Aquí atendían consultas de urología, de psiquiatría, neurología, y eso se terminó. Muchas áreas han dejado de funcionar porque los médicos se van y no colocan un reemplazo. Esto es grave. Antes para acá venía mucha gente que se beneficiaba y no tiene dinero para dirigirse a otro lugar”, expresó la señora de 51 años de edad.
Lucía Jiménez, de 43 años y residente del sector Santa Lucía, también habló de la situación: “Venía bastante para acá porque los doctores son muy buenos especialistas y además, era más ordenado que otros hospitales. Pero ahora esta situación me preocupa porque antes me veía con el urólogo y ya no puedo”, aseguró entristecida.
Para los pacientes, una consulta con un especialista por “fuera”, en una clínica, sobrepasa los 10 mil bolívares, por lo que para ellos significaba un “alivio” que el Seguro Social les brindara esos servicios.
De acuerdo con la empleada del centro de salud, Marta Pérez (nombre ficticio por razones de seguridad), más de la mitad de las especialidades no están funcionando desde hace más de un año, entre ellas: cardiología, oncología, dermatología, vascular periférico, psiquiatría, urología y neurología.
“Mucho pacientes son remitidos a los hospitales Noriega Trigo y Adolfo Pons”, reveló.
Pérez explicó que en algunas de esas disciplinas los médicos se jubilaron y en otras, renunciaron.
El servicio de odontología, según se pudo constatar, por los momentos se encuentra suspendido porque se averió el aire acondicionado desde diciembre y no funciona el compresor.
La empleada mencionó que en otras áreas eliminaron algún turno, bien sea en la mañana o en la tarde, por la misma carencia de especialistas. En esta situación se encuentran cirugía, neumonología, medicina interna, ginecología y epidemiología.
Tal como indica, solo funcionan a su plena capacidad pediatría, gastroenterología y oftalmología.
“La sala de cura está paralizada. En el laboratorio no hay reactivos, solo reciben pruebas de orina. Las radiografía no se están haciendo porque falta material para las placas”, detalló Pérez refiriéndose a los servicios.
“En emergencia no cuentan con suturas, las mismas personas que vienen tienen que buscarlas”, aseguró.
Los baños en líneas generales se encuentran bien, aunque algunos urinarios estaban dañados.
Otra empleada vinculada a la administración, que no quiso revelar su nombre, especificó que muchos galenos renunciaron para emigrar del país. “Es muy triste, se han ido profesionales necesarios para nosotros”, detalló.
Gregorio Chacín, de 42 años, paciente que también visita el Seguro, pidió mayor presencia de policías alrededor para garantizar la seguridad.
Se intentó consultar a la directora de la institución en dos ocasiones, pero no fue posible la comunicación porque no se encontraba.
Tanto los pacientes como empleados desean que pronto suplan la ausencia de tantos especialistas para llenar esos consultorios ocupados por sillas vacías y evitar así, el cierre del centro de salud.
DC|Panorama