Saglana Salchak, es una niña rusa de 4 años, quien se ganó la admiración de los habitantes de su pueblo, Tuvá, luego de caminar durante horas en el frío siberiano para ayudar a su abuela enferma; reseña Playground.
Según el medio, el mes pasado la niña despertó y descubrió que su abuela no se movía; luego de hablar con su abuelo ciego, decidió salir en busca de ayuda. Saglana vive en una remota granja situada en la frontera con Monogolia, donde el pueblo más cercano está a casi 20 kilómetros, y no hay ningún vecino en menos de 8 kilómetros.
La pequeña salió de casa a primera hora de la mañana, cuando las temperaturas pueden descender hasta -34ºC, y los lobos y osos, muy comunes en la zona, salen a cazar.
DC/LN