Migración Panamá deportará en las próximas semanas a casi 500 cubanos que permanecen indocumentados en el país, tras quedar varados con el fin de la política “pies secos, pies mojados” el pasado enero.
Según informaron fuentes de la institución, las deportaciones podrían comenzar cuando regrese el director del Servicio Nacional de Migración, Javier Carrillo, quien se encuentra en La Habana en la IV Ronda de Conversaciones Migratorias entre ambos países.
“Las deportaciones dependen del acuerdo entre ambas naciones, pero podemos confirmar que todos los migrantes indocumentados que en estos momentos se encuentran en el país serán regresados a Cuba”, dijo la fuente oficial.
“Se ha firmado el Memorándum de Entendimiento para las deportaciones pero los detalles aún no han sido conocidos”, aseveró.
En Panamá se mantienen 383 cubanos en Cáritas, 92 en Lajas Blancas y 24 cubanos en albergue del Servicio Nacional de Migración.
Para los migrantes que se encuentran en el albergue habilitado por Cáritas Panamá la noticia fue desconcertante.
“Están muy preocupados. No esperaban algo así”, dice Víctor Luis Berrío, diácono permanente encargado de la institución.
“En estos momentos estamos haciendo todas las gestiones posibles para evitar la deportación masiva de estos cubanos”, agrega.
Según Berrío, su organización ha hecho llegar una carta al presidente de la nación explicándole que toda la labor humanitaria del gobierno podría quedar en entredicho si proceden con la deportación.
“El Papa Francisco ha llamado a acoger a los refugiados. La iglesia debe estar del lado de los que sufren”, añade.
“La intención de las autoridades migratorias siempre ha sido la deportación. No se puede implantar la línea dura contra estas personas que están desprovistas de todo”.
El religioso dice que no se van a llevar a cabo las deportaciones “sin que antes exista alguna lucha”.
“Vamos a abrir nuestras puertas para que los cubanos que se encuentran en Lajas Blancas vengan a Cáritas y vamos a seguir protegiendo a estas personas indefensas”, dice el diácono.
La decisión de Cáritas es defender a todos los migrantes que están bajo su custodia”, sostiene.
Lajas Blancas es una pequeña población cercana a la frontera occidental panameña donde se encuentra un campamento de migrantes cubanos. Muchos de esos migrantes cruzaron la selva de Darién para llegar hasta el lugar.
La pasada semana dos cubanas intentaron suicidarse tomando somníferos, según sus compañeros de viaje, desesperadas debido a la incertidumbre sobre su destino.
DC|El Nuevo Herald