El papa Francisco rogó perdón el lunes por «los pecados y las faltas de la Iglesia Católica y sus miembros» durante el genocidio que asoló a Ruanda en 1994. Al recibir al presidente de Ruanda, Paul Kagame, el papa le expresó esperanzas de que sus palabras ayuden al país africano a recuperarse del trauma.
El pontífice reconoció que algunos curas y monjas católicas en Ruanda en ese tiempo «cedieron al odio y la violencia, traicionando su propia misión evangélica».
Según un comunicado emitido por la Santa Sede, el papa también «expresó el deseo de que este humilde reconocimiento de las faltas en ese período, que desafortunadamente empañaron la imagen de la Iglesia, contribuirán a una ‘purificación de la memoria’ y promoverán, con esperanza y renovada confianza, hacia un futuro de paz».
El comunicado del Vaticano sigue a una expresión de contrición alzada el año pasado por los obispos católicos de Ruanda.
DC/AP