Hay quienes, con mala intención, otros por inexperiencia, insisten en que la cúpula mafiosa que nos gobierna tiene un proyecto ideológico. Desde nuestro punto de vista reiteramos que no es así, en el poder se enquistaron unos pillos cuyo único pensar es seguir saqueando al País, en absoluto les importa haberlo destruido, su proyecto es mantenerse en el poder a costa de lo que sea.
También es cierto queel latrocinio de los dineros públicos no ha sido un invento chavista, recordemos que elpueblo respaldó al difunto, principalmente por estar hastiado de la corrupción, de hecho, la promesa de acabarla, fue el armacapital usada por éste, aparte de aprovechar otros desafuerosde la ya deteriorada institucionalidad “democrática”.
Pero en el fondo, la corrupción, políticas coyunturales, situaciones legales o de forma, sólo son aderezos de 100 años del modelo rentista petrolero, mal de raíz que arrastramos. Lo bueno y lo malo que tenemos se lo debemos a nuestra principal materia prima, de allí se engendra unproyecto ideológico que nos sumergió en la cultura alienante del capitalismo de Estado retrógrado, monoproductor y dependiente. Claro, hubo, rasgos o variantes en las formas de gobierno, nace, por ejemplo, el modelo de sustitución de importaciones en los albores del puntofijismo, con algunos logros en materia de equilibrio económico, desde el Estado se inauguran ciertas formas democráticas y se comienza a incrustar en la sociedad procederes de dicha cultura, pero lamentablemente fuimos inundados por el pervertido populismo, otro mal del que no se ha podido zafar el País.Llegar alpoder se convirtió en el fin único, el desarrollo nacionalse le dejó al discurso.
Al amparo del rentismo estatal y el populismo surge una clase de nuevo ricos,buena parte alimentada por negocios fraudulentos y la corrupción desenfrenada, pero como se dice en el argot popular, aquellos se quedaron en pañales frente a estos 18 años, donde todos los males se elevaron a la enésima potencia. Ahí está la razón de nuestro hundimiento, no se trata entonces del pensamiento social demócrata, social cristiano, socialista ni mucho menos comunista que hayan tenido algunos de los detentadores del poder.
El lumpenato y el malandrismo, convertido en política de Estado, no tienen en absoluto nada que ver con ningún pensamiento filosófico ni ideológico, si alguien demuestra lo contrario, pues nos tocaría admitir nuestro equívoco. Las sociedades evolucionan, no porque ellas estén consustanciadas con alguna ideología, ellas se mueven, consumen y venden lo que a su juicio le es favorable a sus intereses. Lo malo es que la nuestra ha retrocedido, se ha deteriorado y mucho en los últimos años,donde se ha producido un proceso creciente dedeshumanización e irracionalidad en las relaciones entre los individuos.
Ocuparse entonces del estado catastrófico y de postración que sufre el País, es la prioridad, cualquier debate ideológico esintrascendente,por ello en estos 17 años de enfrentamiento al régimenhemos coexistido, sin desdeñar la crítica y la diferencia, todas las corrientes del pensamiento(el marxismo, el keynesianismo, el liberalismo, el pragmatismo y los neutrales) hasta los que hacen política con la anti política, aportan algo. ¡Ojo!ello no quiere decir que las ideologías fenecieron, sino que lo urgente es consensuar las estrategias que permitan desterrar la actual tiranía, unir al País en base a las coincidencias para reconstruirlo.
DC / Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila