– Mucho se habló del orfebre que diseñó y labró la corona de la Virgen de Chiquinquirá hasta que apareció un trabajo de investigación en el cual se aseguraba que dicho orfebre fue el alemán Alberto Bischoff quien había llegado a Venezuela por los años 1930s. La obra, de 8 kilos de oro de 18 quilates y 169 gemas preciosas (diamantes, rubíes, zafiros y esmeraldas) todo donado por la feligresía, se culminó en el año 1942. La Virgen fue coronada el 18 de noviembre de ese año.
– En los años 1928 y 1939, las llamas destrozaron Lagunillas de Agua, ubicada en la costa este del Lago de Maracaibo. En ese lugar se habían levantado unas 350 viviendas de los llamados palafitos que hacían como de la ciudad de Lagunillas de tierra en tiempos de la Venezuelan Gulf Oil. Estos incendios fueron de los más feroces que se han producido en el estado Zulia aun considerando los del Mercado Principal, en el centro de la ciudad y el Hotel Victoria en la Plaza Baralt. El de 1939 se registra como la más espantosa tragedia ocurrida en el estado Zulia. Allí, en estos palafitos, se producían unos desplazamientos colectivos, públicos y notorios, de mucho colorido y vigor, tanto en el vivir como en el abusar. Todo se valía. Era antro y era vida, según las versiones más conocidas.
– El gobierno actual de Venezuela tiene 17 años en el poder y la única forma de cambiar a los gobernantes son las elecciones constitucionales que operan según la Carta Magna. Luego, esas decisiones de los tratadistas y legisladores no son caprichosas. Al contrario, son definitivas para el fundamento y el funcionamiento de la Democracia, cuyos principios son: Alternabilidad, Igualdad y Gobernabilidad. En efecto, cuando los dirigentes o los pueblos se empeñan en romper u obstruir estos elementos básicos y fundacionales, las oportunidades se fracturan, el equilibrio se interrumpe y el sistema se debilita. En corolario, el respeto a las reglas del juego constitucionales de los pueblos es el sostén y la mercancía de todos, y todos, por el principio de la igualdad, somos dueños. En este sentido, por acuerdos establecidos, las ventajas no aplican en ningún orden. ¡Aquí y en esto juega un papel vital y sano la imparcialidad rigurosa del CNE!
– Queremos recordar a la Fuente de Soda Detroit, la cual estuvo ubicada en el Hotel Detroit en los terrenos que hoy ocupa el Seniat. Esta fuente de soda se hizo famosa por su jarra de cerveza excelentemente fría. De la misma manera, la Fuente de Soda Cremalta en Las Veritas, cerca de los Servicios Ferrelago de los Auvert. En Cremalta pusieron en servicio una mesa congeladora con una cavidad adecuada para sembrar las jarras de cerveza y mantenerla fría. Como siempre fue costumbre, la cerveza más fría de Venezuela se conseguía en Maracaibo.
– En Aruba, de pronto nos encontramos un frasco de Alcoholado Tropical y eso nos recordó el Polvo Sonrisa muy usado por la familia marabina. Igual nos conseguimos con la colonia Jean Marie Farina, fragancia francesa de Roger Gallet, de suave olor y cuya frescura era inconfundible; su aroma natural y de pleno trópico se colaba por todo el cuerpo de quien la usara. Esta combinación trial de Alcoholado Tropical, Jean Marie Farina y el Polvo Sonrisa ganaban todos los concursos de la época. Sin olvidar el jabón John Laud y al Dr. Colina que despachaba todas las formulas de Maracaibo en la Botica Inglesa. Agregaríamos también las colonias Atkinson y Yardley, mas el pelado exquisito y artístico de Tagarín en el Hotel del Lago.
– Frente a la Casa Azul, entre el negocio de Giorgio Maisto y la Joyería La Preciosa en la Avenida Libertador de la ciudad de Maracaibo, tenía las oficinas Don Samuel Acosta y nos tocaba acompañarlo. Entonces disfrutábamos los pasos mañaneros y ligeros de Cañañí Cañañá, de Carne Frita y de “Cebolla” quien salía desde los muelles hacia la Calle Pascualito, cerca de Los Cepillados de Serrudo en la Plazoleta de San Juan de Dios.
– Rafael Ángel Valdés, alias Kid Charol, conocido también como El Tubo de Las Veritas, fue un boxeador peso pesado alto y fuerte pero sin experiencia y sus dirigentes lo apresuraron demasiado. Tanto que en Las Veritas se comentaba “vamos a noquear a Arturo Godoy y después a Minichekli y, al final, iremos por Joe Louis”. De verdad se quiso volar y hasta se saltaron a Arturo Godoy para ponerlo a pelear de una vez con el argentino Fernando Minichekli en el año 1943. Este le dió un nocaut fulminante que mandó de retiro al Kid Charol. Bien dice el dicho, “de los apuros, solo queda el cansancio”, pues el Kid Charol tuvo que abandonar su carrera.
DC / Luis Acosta / Artículista