Reducir una salsa es una de las técnicas culinarias estudiantes y foodies por igual aprenden más rápido. Y la razón es que es muy sencilla e ideal para intensificar los sabores de caldos, platos al horno y hasta siropes para postres. Si quieres darle un nuevo giro a tus recetas, continúa leyendo estos útiles ¡y ponlos en práctica!
Lo primero que debes saber es el proceso. Éste consiste en hacer que el exceso de agua, así como el alcohol, se evapore al mínimo en una determinada cocción. Así los líquidos se espesarán rápidamente.
PASOS PARA REDUCIR UNA SALSA
DES-GLASEADO
Al terminar de cocinar algún tipo de carne, ave o vegetales, verás que en el fondo de las bandejas o calderos hay restos caramelizados adheridos. Con la ayuda de una cuchara de madera, comienza a despegarlos mientras subes la temperatura de la hornilla.
VINO Y ESPECIAS
El siguiente paso para reducir una salsa es agregar líquido, ya sea vino blanco o tinto, cerveza, jerez o alguna preparación condimentada con especias. Muchos expertos en gastronomía señalan a éste como el paso clave para unir todos los sabores y aromas de la preparación.
Deja que todo hierva por un par de minutos, revolviendo ocasionalmente.
CREMOSIDAD
Otro de los trucos gourmet que puedes seguir al reducir una salsa es hacer un “roux”. Solo necesitarás una cucharadita de mantequilla o aceite y un poco de harina. Mezcla bien y disuelve hasta que no queden grumos. Los chefs franceses hacen uso de este recurso para hacerla más sustanciosa y con un toque de brillo.
SAZONA Y CUELA
Después que todo esté integrado, apaga el fuego y rectifica azúcar, sal y los ácidos. Finalmente, solo deberás colar para eliminar cualquier residuo sólido. ¡Listo!
TIP ADICIONAL:
Sabrás que la salsa está lista cuando pases un dedo por la cuchara y la línea se mantiene intacta.
DC | Eme de Mujer