En cuanto al largo período de gobierno del Generalísimo Franco, siempre estuvo salpicado por cambios ministeriales según fuese su conveniencia y favoreciendo a los diferentes factores de poder -siempre delegado por Franco-, en cada momento en que surgían tensiones entre las facciones que aspiraban a sucederle y donde él siempre tuvo conocimiento anticipado de potenciales conspiraciones e incluso intentos para derrocarlo y hasta eliminarlo. Todo régimen con tales características, se maneja en este marco de incertidumbre y solapados intereses en su conducción. Una realidad tan extremosa, pudiéramos decir que en Venezuela hoy, esta distante a un buen café.
La presión social, la tozudez del régimen y la fragilidad de la oposición política (MUD), articulan desordenadamente la cronología de cualquier intento no democrático e institucional. Pero en el seno social, las muertes e injusticias, la persecución y el aval a personeros del régimen fuertemente cuestionados, proporcionan la suficiente candela para la fragua de los procesos sociales y políticos en Venezuela. Esto nos da a entender que las cosas no marchan bien y menos que van en buen camino. He allí, que el heredero se convierte en un enigma al mismo estilo del fenómeno de Mijaíl Gorbachov en Rusia.
La muerte del ex presidente Chávez en plena juventud comienza la desintegración de aquél movimiento inicial y que habría de conocerse como el PSUV hoy en día. Muerte que coincide con el agotamiento de los recursos petroleros y el nombramiento de un sucesor que demostró falta de don de mando y ausencia de un liderazgo incuestionable ante las grandes verdades que encierra un país fecundado en la democracia y el diálogo, como en la alternabilidad política. Esto producto de los acuerdos e intereses con la cúpula cubana, hace posible que el juego en Venezuela logre un heredero insospechable en estos tiempos de barbarie política.
El drama venezolano, “pica y se extiende”. Es entonces que el poder militar va logrando el control del poder real, a cambio de grandes cuotas de poder y manteniendo a flote al presidente Maduro, cuando ya hacía mucho tiempo debió haber renunciado u obligado a ello. Es en el poder militar donde reside la verdadera fuerza del gobierno y en la de los civiles que colateralmente se han beneficiado de ese poder delegado – ya no por el ex Caudillo -, sino por el poder de un Generalato que ya resulta inviable para mantener el presente modelo de dominación y hegemonía, causando el quiebre nacional e internacional de la política de la Nación.
Finalmente, cerrando este panorama venezolano, hoy, la presión internacional es extrema y es la prueba de fuego que determinará el que la aparente unidad de las FANB, se resquebraje o se consolide. Si las diferentes fracciones opositoras se equivocan y juegan adelantados, lo perderán todo y la dictadura militar sí está dispuesta a seguir gobernando, aunque sea sobre las cenizas de este país, pues, están conscientes de que lo perderían todo.
DC / Dr. José Pons B / @joseponsb / Movimientos de Ascenso Social / MAS