Moralizar nuestros procesos sociales y políticos en la nueva Venezuela
Declararle la guerra a la mentira y al delito! Si queremos enderezar a una sociedad que se ha acostumbrado a convivir con la mentira, la mentira debe ser castigada. Y quienes cometan delito, especialmente los delitos contra la vida y contra la propiedad, deben estar encarceladas para que no puedan seguir haciendo daño. Esto es definitivamente urgentisimo, ya que si la actual situación de anarquía se hace crónica, inevitablemente perderemos toda posibilidad de vivir bajo un esquema de libertades. Eso es definitivo, pues sobrevendría, de manera natural y casi espontánea, un régimen de fuerza.
Hace poco tiempo leí un artículo de opinión del Rabino Pynchas Brener en el cual, para explicar la importancia de la ley, se remontó a cuando «el bíblico Moisés condujo a los hebreos al monte Sinaí, donde recibieron los Diez Mandamientos, un código muy estricto que prohíbe de manera terminante tanto el hurto como el asesinato», y continuo explicando:»La inclinación a la desobediencia se encauzó hacia una estricta obediencia para destacar que el libertinaje no produce libertad y el desorden no permite la concreción de los anhelos del hombre. Los sabios del Talmud opinaron que solamente dentro del marco de la ley es posible el libre ejercicio de la libertad. Para que una sociedad pueda ofrecer la libertad a sus integrantes es imprescindible el establecimiento de normas precisas, la existencia de un conjunto de ordenanzas que rijan al colectivo».
Quizá esta idea es algo que todos estamos dispuestos a reconocer como válido, pero estaremos seguros de saber lo que nos está pasando? Si nos quejamos de la impunidad del delito, del abuso y de la corrupción, tenemos que entender que eso ocurre porque, detrás de las instituciones, la Ley está a punto de perder todo vigor y toda vigencia. Lo que sigue en esa trágica trama es el caos de la anarquía crónica que luego acaba por entronizar al gendarme necesario.
Nuestra seguridad, como la justicia y la paz, dependen de la existencia de un imperio de la ley, del gobierno de la ley. Es decir, que para que todos gocemos de nuestra libertad, con responsabilidad, es necesario que el Estado sea un efectivo ( eficiente y eficaz) guardián del ordenamiento jurídico. Dicho en otras palabras, administrar de manera efectiva los castigos y las penas, sin excepción ni impunidad, a quien viole la Ley.
*Despertemos Conciencia Política Ciudadana*
DC / Ing. José Contreras / Pte. Movimiento de Salvación Nacional Zulia / contrerasj402@gmail.com / @contrerasj402