Las autoridades mexicanas localizaron un terreno de 37 hectáreas en un área protegida al oeste de Ciudad de México, donde se había cortado la vegetación autóctona -un bosque de pinos y encinos- para plantar aguacates ilegalmente.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente informó el lunes del hallazgo en el Estado de México, cerca de la localidad turística de Valle de Bravo, y en concreto en las cuencas de varios ríos que abastecen de agua no sólo a las poblaciones locales sino también a toda la zona metropolitana del Valle de México, donde está la capital del país.
Según el comunicado de la fiscalía, en la zona protegida donde se pretendían sembrar los aguacates, además de haberse talado el bosque, ya se había instalado un sistema de riego y se habían abierto varios caminos.
El terreno fue localizado gracias un patrullaje realizado por las guardias forestales y la Marina.
En varias ocasiones se ha atribuido la deforestación en algunos puntos del Estado de México y de Michoacán a la siembra de aguacates, un negocio lucrativo. En este último estado, los expertos consideran que cada año se pierden entre 6.000 y 8.000 hectáreas de bosque para sembrar la fruta.
DC|AP