Caracas, la capital venezolana, registró 130,35 asesinatos por cada 100 mil habitantes en 2016 y fue la ciudad más violenta del mundo, seguida del balneario mexicano de Acapulco y la hondureña San Pedro Sula, según un informe divulgado hoy en México por una ONG.
El listado, elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, tomó en cuenta solo urbes con 300 mil o más habitantes, y destacó que del medio centenar de ciudades incluidas en el recuento del año pasado, 42 pertenecen a América Latina.
«De las 50 ciudades del ránking, 19 se ubican en Brasil, 8 en México, 7 en Venezuela, 4 en Estados Unidos, 4 también en Colombia, 3 en Sudáfrica, y 2 en Honduras. Hay una ciudad de El Salvador, Guatemala y Jamaica», indicó la ONG en un boletín.
La cifra de homicidios dolosos en Caracas, que repite posición respecto del 2015, «confirma la grave crisis de crimen y delito que agobia a Venezuela», resaltó el Consejo, que destacó que entre las diez urbes más violentas figuran también las venezolanas Maturín, Guayana y Valencia.
La segunda posición correspondió la ciudad turística de Acapulco, en el estado mexicano de Guerrero, que registró una tasa de 113,24 homicidios por cada 100 mil habitantes.
El informe destaca que Acapulco regresa a la segunda posición, que ya alcanzó en 2014, a pesar de los reiterados esfuerzos del Gobierno federal y estatal de pacificar la zona para que vuelva a recuperar su potencial turístico.
A su vez, abandonaron el listado Porto Alegre (Brasil), Campina Grande (Brasil), Maracaibo (Venezuela), Johannesburgo (Sudáfrica) y Pereira (Colombia), con tasas de homicidios por cada 100 mil habitantes inferiores a 34,43, el nivel que reportó Durban (Sudáfrica), que se situó al final del listado.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal consideró que la impunidad es uno de los factores que inciden en el aumento de la violencia.
En Brasil, 92 % de los autores de los crímenes no son condenados, mientras que en Guatemala la cifra asciende a 93 % y en Venezuela, El Salvador y en Honduras ronda 95 %.
DC | EFE