Angustiados por el temor de morir, los 268 pacientes renales crónicos que se dializan en el Centro de Diálisis de Occidente, protestaron este jueves junto con algunos familiares, por falta de insumos para el tratamiento, frente a la sede del recinto en la calle 74.
Los afectados denunciaron que ya dejaron de aplicarse el primer tratamiento esta semana y otro grupo suma dos fechas sin desintoxicar su sangre por medio de la máquina.
“La situación se torna verdaderamente crítica pues luego de tres días sin dializarnos van a llegar los efectos colaterales, que en muchos casos puede ser la muerte de los pacientes más críticos”, afirmó el nefrólogo José Parra, encargado de la unidad.
DC/Panorama