El coordinador de Gente de Guayana destaca la participación de los jóvenes en las distintas manifestaciones de calle y celebra que de manera pacífica se apueste por un esquema democrático.
“La presión social debe continuar hasta que logremos hechos concretos, comenzando por un cronograma electoral que permita recomponer la institucionalidad del país”, comenta Wilson Castro, coordinador de Gente de Guayana, en respaldo a las variadas expresiones de rechazo al Gobierno desarrolladas en Caracas, Ciudad Guayana y toda Venezuela.
Resalta que el pueblo salió a las calles con esfuerzo y gallardía, en busca de la transformación de Venezuela: “En Guayana los estudiantes han dado la cara, manifestando pacíficamente y apostando por un esquema democrático”.
Considera que esta lucha debe mantenerse hasta que se convoquen elecciones presidenciales, regionales y municipales, que permitan a los venezolanos elegir sus autoridades y decidir quienes deben dirigir el destino del colectivo.
Advierte que no se puede cesar la lucha por concesiones o mecanismos alternativos propuestos por el Gobierno, porque se generaría una nueva frustración en quienes salen a calle con valentía. “Ni el diálogo, ni ninguna treta de Maduro pueden distraernos de nuestro objetivo, ni hacer que se pierda el sacrificio que está haciendo la gente en la calle”.
Preparar la reconstrucción
El dirigente pide a la unidad opositora, a los líderes políticos, gremios, sindicatos, universidades y a toda la sociedad civil que entienda la necesidad de preparar un plan integral de reconstrucción nacional, que involucre a todos los sectores.
“Tenemos que generar empleos con sueldos dignos, que permitan a los ciudadanos cubrir sus necesidades y surgir económicamente”.
También centrarse en la recuperación de la infraestructura venezolana, porque “es vergonzoso como el chavismo ha destruido nuestras ciudades”.
Castro adelanta que deben trabajar en una reconstrucción institucional y cultural. “Necesitas un país con policías, fiscales, jueces y cárceles que representen el poder del Estado sobre la delincuencia, brindando seguridad para que pueda crecer la inversión. Además hay que generar un cambio de mentalidad que acabe con la cultura del odio y el facilismo, haciendo que el ciudadano entienda la importancia de estudiar, desarrollarse y trabajar para progresar”.
No hay golpe
Castro Aclara que el proceso de presión social de los ciudadanos que marchan, protestan y expresan su opinión por distintas vías, no puede confundirse con un Golpe de Estado, ni con cualquier otro calificativo despectivo.
“Aquí lo que tenemos es un pueblo en la calle pidiendo democracia y respeto a sus derechos, los únicos golpistas son los que están en el Gobierno, que intentaron llegar al poder por medio de la violencia, y hoy utilizan las instituciones para romper el hilo constitucional”.
DC/NP